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Crítica:DANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Mezcla milagrosa

El tango escénico -y hay que diferenciarle del tango de salónen su carácter de baile social y no teatral- ha tentado como ningún otro a los músicos modernos (Hindemith, Stravinsky, Mihaud) y a los coreógrafos contemporáneos: desde Kurt Jooss a Oscar Áraiz pasando por el danés Fleníming Flint (Tango chicane escandalizó en su momento), el inglés Frederick Asliton (inolvidable Façade) o el holandés Hans Van Manen (la compañía de Victor Ullate bordaba sus Cinco Tangos). Muy cercano a la revista de lujo más que a la antología histórica, Tango Pasión es un buen espectáculo en cuanto a ritmo y montaje escénico; eficientes son sus luces, como los dibujos de Carpani agigantados a la escala de un telón.El maestro y coreógrafo Héctor Zaraspe (Tucumán, 1931), que es una figura muy importante para la danza española de las últimas tres generaciones por su papel docente demuestra cómo estilizar el tango hasta el final sin perder la compostura original en el vertido al escenario de algo que tiene mucho de arrabalero. Zaraspe provoca que ese tango escénico evolucione menos lentamente que de costumbre (al género se le ha visto ánclado en esa vieja y noble escuela de la que Juan Carlos Cope y Mari Nieves, legendaria pareja, son sus últimos exponentes en activo), pues acde al grupo, y hasta despega la pareja. Hablando del estilo, en el hombre tanguero hay algo entre el chulapo y el vitellone. Sólo el danzón cubano y el chotis madrileño, ambos bailes de pareja, muy agarrados, con sus evoluciones virtuosas que requieren gran coordinación y mejor oído, pueden emular al tango en esas espectacularidades que sacan chispas de la carne en movimiento. Se ha rechazado de plano toda concomitancia entre el tango rioplatense y el tango flamenco. Sin embargo, cuando Zaraspe, hace que se taconee seguido y a compás, o marca esos brazos redondos, acude a la mente del espectador un cierto encadenamiento, una relación que alguna lógica interna debe tener además del arbitrio inspirado del coreógrafo que sí maneja ambos lenguajes.

Tango Pasión

Coreografía: Héctor Zaraspe; escenografía: Anna Louizos sobre pinturas de Ricardo Carpani; vestuario: Jonathan Bixby; arreglos y dirección musical: José Libertella y Luís Stazo; poducción: Mel Howard. Con el Sexteto Mayor. Teatro Nuevo Apolo, Madrid. 14 de octubre.

Los músicos de Tango Pasión son excelentes. El sonido del Sexteto Mayor conmueve y es de enorme nitidez.

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