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Tribuna
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Un crimen contra la humanidad

Como muchos otros intelectuales árabes, Naguib Mahfuz sostiene que la lectura totalitaria del Corán que efectuan los movimientos islamistas desvirtúa por completo el mensaje esencial de este libro sagrado. ¿No son la clemencia y la misericordia los primeros atributos del Dios del Corán? ¿No lanza este texto una advertencia severa contra aquellos que se dejan llevar por la ira? ¿No coincidieron los momentos de mayor esplendor de la civilización musulmana con los de mayor tolerancia? Así lo ha visto siempre el viejo y querido Mahfuz, y, precisamente por eso, un loco de Dios ha intentado asesinarle en una calle de El Cairo.Ninguna religión justifica que se acuchille a traición a un hombre de 83 años. Un atentado semejante va en contra de la esencia misma de la condición humana, como lo demuestra el respeto reverencial por los ancianos que han compartido a lo largo de la historia todas las culturas del planeta, "Cuando muere un viejo es como si ardiera una biblioteca", dice un refrán muy popular en África. En el caso de Mahfuz, ese refrán es doblemente válido, porque este artista egipcio de la pluma y la conversación es un verdadero sabio. Tenía razón Lofti Aljuli, presidente de la Federación de Escritores de Asia y África, al decir ayer que lo ocurrido, el pasado viernes es "un crimen contra los egipcios, contra los árabes y contra toda la humanidad".

Más información
Mahfuz condena desde su cama de hospital el terrorismo islámico

Si con el fascismo y el estalinismo el Occidente laico ha portado a este siglo sistemas esencialmente contrarios a los principios elementales de la condición humana, el islam lo está haciendo ahora a través de su perversión integrista. Pero no debe arrojarse al niño con el agua de la bañera. La razón laica de Occidente puede engendrar monstruos, pero ello es la excepción. Gracias a esa razón laica, cientos de millones de seres humanos están disfrutando de libertades y comodidades jamás conocidas en este planeta. Gracias al islam, pueblos enteros han dado y siguen dando avances sustanciales en el camino del progreso.

Ahora bien, ¿son incompatibles el islam y el laicismo, la religión revelada en el Corán y la democracia? Mahfuz piensa que no. Hace unos días, en una de sus columnas en el diario Al Ahram, el premio Nobel de Literatura volvió a condenar "el terrorismo de todo tipo: religioso, racial y nacional". Ayer, desde un hospital cairota, tras haber sido víctima de uno de esos terrorismos, hizo este llamamiento: "Rezo para que Egipto pueda desembarazarse de este mal (el integrismo) en beneficio de la gente y en provecho de la libertad y del Islam". Lúcido y coherente hasta el fin, el viejo Mahfuz.

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