Detenido por corrupto un ex ministro francés

Alain Carignon, ministro francés de Comunicación hasta el pasado mes de julio, fue detenido en la tarde de ayer en París y trasladado a Lyón en un coche policial para ser interrogado por el juez Courroye. Según fuentes judiciales, el ex ministro conservador, procesado el 20 de julio por falsedad documental y malversación de fondos públicos, ha sido procesado de nuevo; en esta ocasión, por corrupción.

El juez sospecha que Carignon recibió hasta 20 millones de francos, unos 500 millones de pesetas, de una filial de la compañía de servicios Lyonnaise des Eaux a cambio de la concesión del suministro de aguas a la ciudad de Grenoble, de la que el ex ministro es alcalde. La acusación de corrupción conlleva, según las mismas fuentes, el encarcelamiento inmediato. Carignon dimitió de su cargo ministerial justo antes de ser procesado, hace tres meses, y compareció en televisión para proclamar su inocencia. "No he hecho nada de lo que deba arrepentirme", dijo, "y espero que todo se aclare lo antes posible". Ayer, en el Palacio de Justicia de Lyón, el juez le interrogó sobre la financiación de un apartamento de su propiedad en el selecto bulevar Saint Germain de París. Se sospecha que el apartamento fue uno de los regalos recibidos de Lyonnaise des Eaux. El juez cree que la compañía financió asimismo, a través de la revista Dauphiné News, parte de la campaña electoral de Carignon para ganar la Alcaldía de Grenoble. La privatización del servicio de aguas y su concesión a Lyonnaise se produjo inmediatamente después de que Carignon tomara posesión como alcalde.El recrudecimiento del caso Carignon llega en un momento crítico para el primer ministro, Édouard Balladur, cuya popularidad desciende rápidamente conforme se extiende en la opinión pública la impresión de que la corrupción está generalizada en medios gubernamentales. El más reciente sondeo le da una popularidad del 52%, 14 puntos menos que hace dos meses. Los sondeos electorales le sitúan ahora como perdedor, por un punto, frente a Jacques Delors, el hipotético candidato socialista a la Presidencia. Faltan meses para las elecciones, pero no hay duda de que a Balladur se le ha terminado el largo estado de gracia. Aun siendo todavía el favorito para suceder a François Mitterrand en el palacio del Elíseo, su ventaja sobre los demás candidatos se reduce día a día.