_
_
_
_

La moneda rusa alcanza su mínimo histórico y pone en cuestión el plan de Yeltsin

Pilar Bonet

El rublo alcanzó ayer su mínimo histórico en relación al dólar, cuando la moneda norteamericana pasó a cotizarse a 1081 rublos por unidad, rebasando así la frontera psicológica de los 3.000 rublos y poniendo en cuestión la política de estabilización financiera del Gobierno. El descenso de ayer hizo más intenso el ambiente de inquietud que fue agudizándose a lo largo de la semana pasada a medida que, tras una etapa de suave descenso, el rublo comenzó a caer en picado frente a la moneda de Estados Unidos para alcanzar 2.890 rublos por dólar el viernes.La depreciación de la moneda rusa ha fomentado los temores de un aumento de la inflación que de al traste con las optimistas previsiones del Gobierno, ponga en peligro la política reformista del Gabinete y la confianza de los inversores extranjeros que han comenzado a mostrar un mayor interés por Rusia. La inflación rusa fue de un 7,7% el pasado septiembre tras bajar hasta un 4% durante el mes de agosto. Si las cosas siguen como ahora la inflación puede dispararse hasta un 30% mensual para finales de año, señaló el consejero de la Bolsa de Moscú, Igor Doronin, a la agencia Business-Tass.

El presidente del Banco Central, Víktor Gerashchenko, descartó ayer la posibilidad de aumentar las tasas de interés, aseguró que el Banco puede controlar las oscilaciones del cambio y desmintió los rumores, según los cuales Rusia planea una reforma monetaria. El Banco Central ha gastado cerca de 2.000 millones de dólares para mantener el curso del rublo durante los últimos dos o tres meses, según manifestó Gerashcheriko a Business-Tass.

Algunos bancos rusos han comenzado a retrasarse en el pago de los intereses por los depósitos en divisas, lo que reporta colosales ingresos libres de impuestos. La operación de compra de divisa y venta al día siguiente deja ingresos de hasta un 500% anual y más, una cantidad muy superior a la multa por la retención de los intereses, según Business-Tass.

El proyecto de presupuesto y la concepción de la política crediticia y financiera de Rusia para 1995 fueron tratados por el jefe del Gobierno ruso, Víktor Chernomirdin, en una reunión mantenida en Sochi con sus viceprimeros ministros y el presidente del Banco Central. La cuestión fundamental, según la agencia de noticias Interfax, es si el Gobierno conservará una política crediticia de moderada dureza que le permite contener la inflación, pero no superar la caída de la producción industrial (más de un 24% de enero a agosto) ni la crisis de impagos. El ministro de Finanzas, Serguéi Dubinin, está a favor de reducir la inflación a un 1% y financiar el déficit presupuestario a base de empréstitos exteriores, y no de créditos del Banco Central. En la reunión gubernamental se abordó el problema del agujero de más de 2 billones de rublos que se ha formado en el presupuesto estatal ruso de 1995, al no obtenerse el crédito del Fondo Monetario Internacional con el que Rusia había contado. El Gobierno no ha conseguido por el momento componer un presupuesto con un déficit inferior al 10% del Producto Nacional Bruto, tal como exige el Fondo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_