El planeta 'Enemigo'
Contra todo pronóstico en nuestro país, por fin ha llegado la confirmación para un auténtico grupo de rock español. Abarrotar durante tres días consecutivos una sala de gran aforo en Madrid, en los tiempos que corren, parecía impensable para grupos de sonido no convencional. Pero la tremenda descarga eléctrica de Josele y compañía ha logrado, con el paso del tiempo y la intensidad de su producción musical, consolidar una buena masa de fieles seguidores, que parece extenderse a cada momento. Y no sólo nacionales.
En el concierto en el que se contra esta crónica, el tercero, se hallaban presentes varios miembros de bandas de reconocido prestigio internacional, como Gung, Black Crowes y Manu Chao de Mano Negra.
Los Enemigos
Josele Santiago (guitarra eléctrica, acústica y voz), Fino Onoyarte (bajo y coros), Chema Animal Pérez (batería y coros), Manuel Benítez (guitarra) y Javier Losada (teclados). The Revólver Club.1.500 pesetas. Miércoles, jueves y viernes, 5, 6 y 7 de octubre.
Rock bronco
En la presentación de su último disco, Tras el último no va nadie, Los Enemigos tejieron un rock bronco, de clara raíz punk, que conectó, desde el primer riff de guitarra, con la enfebrecida parroquia. El resultado fueron casi dos horas y media de concierto, a base de sudor, baile y empujones, en el que lo que peor salía parado era la voz de Josele, ciertamente ininteligible. A tal efecto, tal vez fuera bueno que alguien de su entorno le explicase que la garganta hay que mimarla tanto como la guitarra. No basta que el público cante todas y cada una de las letras del grupo. El cantante debe también hacerse entender.Inmensa y compenetradísima, la sección rítmica de Fino y Chema; brilló, como de costumbre, la guitarra incendiaria de Manolo Gafasnegras Benítez y Javier Losada cumplió más que bien con la ingrata tarea de darle a las teclas en un grupo de guitarristas.
El repertorio fue extenso, tal vez demasiado, y supuso un viaje por la discografía del grupo, que alcanza su punto álgido e insuperable por el momento, en el tercer disco, La vida mata. Título que da una certera explicación de por dónde han ido desde entonces la mayor parte de los textos del grupo. La muerte se ha ido convirtiendo en un tema obsesivo en la pluma de Josele, perdiendo o difuminándose los aspectos de desparramada fiesta etílica de sus primeras grabaciones. Con Yo el rey, Septiembre, La otra orilla, Soy un ser humano o John Wayne, llegó la alternativa a lo que son sus actuales composiciones.
Tras un final de concierto apoteósico, Los Enemigos parecen haber despegado ya de este prosaico planeta que nadie es capaz de entender, para ir a instalarse en su propio y alejado mundo. Aquí abajo, queda la Tierra y la vida común, pero vida. Buena suerte, buen viaje.
Babelia
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