A Clinton no se le ocurriría
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, asume casi a diario el riesgo de comparecer sin red ante el grupo de periodistas que cubren la Casa Blanca, pero no dispone de un programa de televisión al que asista de forma preparada y regular, y sólo extraordinariamente concede entrevistas. Su única comparecencia fija es la de los sábados, en aquellas emisoras de radio que voluntariamente quieran transmitir su breve discurso de repaso de los acontecimientos de la semana.En algunas ocasiones de interés muy especial, como ocurrió en vísperas de la operación en Haití, se dirigió al país por televisión desde la Casa Blanca. Una o dos veces al año, el presidente convoca también conferencias de prensa en horas de máxima audiencia nocturna.
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