Historia de un subterráneo empantanado

La edil se encadena contra el metro. Esperanza Aguirre, concejal de Medio Ambiente de Madrid, encargó unas cadenas el 16 de julio de 1993. Aquel día anunció que se amarraría a un árbol para evitar que la nueva línea 10 del Metro, proyectada por la Comunidad, cruzase la Casa de Campo. Aguirre criticó el trazado, que atravesaba el "último jardín renacentista de España". Julián Revenga, jefe del transporte regional, consideró un "campo de malvas" aquel jardín renacentista. Así comenzó la batalla.Aznar visita el jardín. El presidente nacional del PP aterrizó en la polémica el 28 de julio de 1993. Recorrió junto al alcalde los viveros municipales, y defendió el patrimonio histórico de la ciudad: los vestigios renacentistas de la Casa de Campo.

Cambio de trazado. La historia pudo con la Consejería de Transportes, que anunció la modificación del trazado el 31 de julio de 1993. En el nuevo anteproyecto, el suburbano sigue atravesando la Casa de Campo pero ya no sepulta la memoria de los jardines, que ahora pretende, recuperar el Ayuntamiento. La Comunidad diseña un viaducto. La solución tampoco convence a los técnicos municipales.

Cinco proyectos distintos. En octubre de 1993, el Gobierno municipal y el ejecutivo regional vuelven a la carga con cinco trazados para unir la estación de Lago con la multiestación de Príncipe Pío, por donde pasará también la línea 6. El Ayuntamiento propone recorridos subterráneos, sin puentes, que aunque son un poco más caros evitan daños a la Casa de Campo y la cornisa de los Austrias. La Comunidad contesta que la propuesta municipal es inviable.

Revienta Revenga. "De manera cínica y farisea, el Gobierno del PP en el Ayuntamiento pone trabas a la construcción de la línea 10 del Metro. Y no lo hacen para defender el medioambiente o una mayor rentabilidad social, sino para boicotear las infraestructuras de la Comunidad", dijo el 15 de enero el consejero de Transportes, Julián Revenga.

La licencio de Leguina. El 2 de agosto, el Gobierno regional decidió autoconcederse la licencia para iniciar las obras, puente y viaducto incluidos, de la línea: 10 del Metro. El alcalde amenazó con enviar a sus policías municipales a parar las obras. Aún no han comenzado.