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Antes que nadie

Las dos universidades privadas se adelantan en el comienzo de las clases

Alrededor de 4.600 estudiantes de enseñanza superior empezaron ayer el curso. Antes que nadie. Se trata de los alumnos de dos universidades privadas madrileñas, San Pablo-CEU y Alonso X el Sabio, cuyos planes de estudio obligan a los alumnos a incorporarse a las clases antes que sus compañeros del resto de las universidades públicas: Complutense, Autónoma, Politécnica, Alcalá y Carlos III.Las razones de peso que empujan a los estudiantes, o a sus padres, a pagar de 623.000 hasta 900.000 pesetas son: no haber sacado una buena nota en selectividad -con el consiguiente recorte de posibilidades para estudiar -carreras en la universidad pública- o el deseo de una enseñanza más personalizada, lejos de -la masificación de los centros estatales.

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Sólo un tercio de los estudiantes que se presentan mañana a la selectividad conseguirá plaza en una facultad pública

En los pasillos de la Universidad privada San Pablo-CEU se formaban ayer los típicos corrillos de comienzos de curso. Todos de primero o segundo curso, ya que el CEU, antiguo colegio adscrito a la Complutense, es universidad privada sólo desde el año pasado.

La mayoría ha elegido dicha universidad porque la nota de selectiviad de junio les cerró las puertas a muchas carreras. "A mí la nota no me daba para hacer ninguna de las carreras que quería; mi padre me dijo que si de verdad quería estudiar Matemáticas, que no había problema, que él me lo pagaba", comentaba en su primer día del nuevo curso Álvaro Bravo, de 20 años, estudiante de segundo de Económicas. Álvaro insiste en que no todos los estudiantes del CEU son hijos de papá: , "Mis padres son normales, no multimillonarios. Él es graduado social, y ella, funcionaria", explica.

Tampoco Miguel Ángel Carro, de 20 años, consiguió hace dos años entrar en la Complutense. Como no quería estudiar otra cosa que Económicas, no le quedó más remedio que acudir al CEU.

Pero no todos los alumnos explican su presencia en una universidad privada por un fracaso en la selectividad. "Yo quería estudiar aquí desde que estaba en COU; nunca quise ir a la pública y, de hecho, yo tenía nota para estudiar en la Autónoma y me vine al CEU", dice Beatriz Moreira, de 19 años, alumna de pri-, mer curso de Económicas.

En total, en la Universidad San Pablo-CEU hay en la actualiadad 4.000 estudiantes, repartidos a partes iguales en los dos cursos. Dentro de dos años, el centro, que ya tendrá estudiantes en todos los cursos, contará con 8.000 alumnos.

La principal diferencia entre un colegio adscrito y una universidad privada estriba en que esta última tiene la facultad de implantar sus propios planes de estudio (siempre con la aprobación del Consejo de Universidades). La Universidad de San PabloCEU cuenta, por ejemplo, con la carrera de Humanidades, mezcla de Filología, Historia y Filosofia, única en los centros de enseñanza superior de España. La independencia con respecto a otras universidades es la única razón por la que empiezan casi 20 días antes y que terminen un mes después que las públicas. Los estudios que se cursan en cinco años en otras universidades se hacen en cuatro en el CEU. "No está mal esto de empezar antes", comentaba ayer Miguel Ángel Santiago, estudiante de segundo. "Lo malo es que terminamos el 2 de julio y así es difícil encontrar un trabajo para el verano".

El nuevo rector de esta universidad, José Tomás Raga, explica que el objeto del CEU es 'fórmar alumnos, no solamente enseñar". "y para eso", prosigue, "es necesario que no haya muchos alumnos en clase". En el . 1 la media de alumnos por aula es de 50. Al rector no le importa que muchos de sus alumnos sean fracasados de la selectividad: "Algún caso hay; pero la selectividadd no es lo que importa. Cuenta más la vocación de un estudiante que la nota que haya sacado en el examen" explica.

El campus de la Universidad Alfonso X El Sabio, situado en Villanueva de la Cañada (a 25 kilómetros de Madrid), fue estrenado ayer por 600 estudiantes. En total, dicho centro ofrece 10 titulaciones: cuatro ingenierías superiores (Industrial, Telecomunicaciones, Química e Informática), cuyo coste asciende a 950.000. pesetas cada una, y seis licenciaturas (Derecho, Física, Economía, Historia del Arte, Administración y Dirección de Empresas, Traducción e Interpretación de Idiomas), por 850.000 pesetas. A pesar de los 780.000 metros cuadrados de terreno, la ratio es de 15 alumnos por profesor y los grupos de cada curso no superan los 40 alumnos.

Según explica el rector de esta universidad, Vicente Ortega, la Alfonso X está concebida a su vez como un centro residencial, ya que los alumnos pasan una media de ocho horas en las instalaciones del campus. "Nuestro método pretende dar tiempo al estudiante con profesores que le ayuden a desarrollar su propia capacidad" explica Ortega.

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