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30 segundos para reaccionar

Antonio Caño

La coincidencia, la habilidad de un desequilibrado o la ineficacia de la seguridad estadounidense permitió ayer que un avión traspasase la barrera de radar y misiles tierra-aire que protege la Casa Blanca y se estrellase a pocos metros de donde el presidente pasa la mayoría de sus horas. Si el aparato hubiera estado cargado de explosivos, habría ocurrido una tragedia de graves consecuencias políticas.Sobre el tejado del Old Executive Building, un edificio contiguo a la Casa Blanca, fueron instalados misiles después de que, en 1974, un helicóptero robado por un soldado consiguiera aterrizar en el mismo jardín donde se estrelló ayer el Cessna 150.

Sobre la Casa Blanca hay establecido un pasillo restringido al tráfico áereo comercial que están obligados a evitar los aviones que aterrizan y despegan del aeropuerto National de Washington, situado a menos de cuatro kilómetros de la residencia presidencial. Ese pasillo es controlado por un centro de radar instalado también sobre el Old Executive Building y manejado por oficiales del Ejército. Desde allí tiene que partir la orden de disparar contra los aparatos sospechosos. La zona restringida se recorre, sin embargo, en poco más de 30 segundos, por lo que los responsables de la seguridad tienen sólo ese tiempo para decidir si abren fuego contra el aparato que la viole.

Más información
Una avioneta burla todos los filtros de seguridad y se estrella contra el jardín de la Casa Blanca

En el caso de ayer, el Servicio Secreto ha informado que la avioneta fue detectada sobre el Mall 14 segundos antes de que impactase contra la Casa Blanca. Los responsables de seguridad decidieron no abrir fuego contra él, en parte influidos por el hecho de que el presidente no se encontraba en ese momento dentro de la Casa Blanca.

El suceso ha abierto, no obstante, una polémica en Estados Unidos sobre el nivel de la seguridad que protege al presidente. La Casa Blanca está rodeada de bloques de cemento de impiden la entrada de automóviles y camiones desde 1982, pero el lugar sigue siendo abierto diariamente a la visitas del público.

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