El juez dicta una fianza de 25 millones para el financiero Pedro Olabarría
El juez de instrucción Luis Pascual Estevill dictó ayer fianza de 25 millones para el financiero Pedro Olabarría, acusado de estafa en la querella presentada por Banesto. La querella, por impago de una deuda con el mencionado banco, denuncia irregularidades en las empresas controladas por el financiero y los hermanos José Ignacio y Luis Fernando Romero, cuya fianza también se fijó en 25 millones. Harry Walker, Carbonell y Compañía, Típel -en suspensión de pagos- y Laraya -en quiebra- son las principales compañías participadas por el grupo Olabarría. Los asesores del financiero depositaron la fianza ayer por la noche. Olabarría ha estado detenido tres días en la Modelo de Barcelona.
La querella presentada por Banesto acusa al grupo patrimonial de Pedro Olabarría y los hermanos José Ignacio y Luis Fernando Romero de falsedad y alzamiento de bienes en tomo a créditos impagados por las empresas Harry Walker y Laraya por un importe de 639 millones de pesetas.Banesto basa la acusación de falsedad en el hecho de que Pedro Olabarría es responsable último de Harry Walker y de Laraya como poseedor de la mayoría del capital de estas sociedades y también porque el banco asumió el riesgo pensando que el financiero constituía en sí mismo una garantía.
El representante legal de Pedro Olabarría declaró a este diario que su defendido sólo posee el 25% de Harry Walker y no tiene relación alguna con la gestión diaria de la sociedad. Sin embargo, en las cuentas anuales de la sociedad correspondientes a 1990 y 1991, inscritas en el Registro Mercantil de Barcelona, la compañía Harry Walker figura participada por Crefica en un 20%, por la financiera Gestor (24%) y por un grupo de tres empresas, Surtimar (10%), Chemical Trade (24%) y Gattani (10%), controladas por el empresario Lorenzo Rosal. Este último, vinculado al núcleo de empresas del Grupo Olabarría a traves de Eca (véase el gráfico), fue presidente de Harry Walker antes de 1981 y ocupó un cargo en el consejo de la Banca Garriga y Nogués en la etapa en que Javier de la Rosa fue vicepresidente ejecutivo de la filial de Banesto. Rosal declaró ayer ante el instructor del caso.
Pedro Olabarría y Lorenzo Rosal entraron en el capital de Harry Walker en 1981 a través de una ampliación de capital de la compañía a la que acudió la sociedad Cominser, financiada por Garriga y Nogués. Posteriormente, Gestor -financiera con domicilio en Lausana, Suiza- y Crefica entraron en Harry Walker.
Del total de los 639 millones impagados a Banesto por el Grupo Olabarría, 180 corresponden a créditos no devueltos de la empresa de embarcaciones Laraya -filial al 100% de Crefica (véase el gráfico)-, actualmente en situación de quiebra. La defensa de Olabarría y los hermanos Romero ha destacado ante el juez que esta parte de la acusación es falsa ya que Laraya sólo tiene con el banco una deuda de algo más de dos millones (2.220.000). Esta segunda cifra es la que figura como deuda reconocida por Banesto en el documento que refleja el acuerdo de la junta de acreedores de Laraya, al que ha tenido acceso este diario. Con respecto al resto, hasta alcanzar los-639 millones objeto de la querella, el representante legal del Grupo Olabarría niega que su defendido pueda haberse lucrado con estos fondos "ni haberlos destinado a otros fines".
En la acusación de alzamiento de bienes contenida en la misma querella, Banesto sostiene que el grupo patrimonial Olabarría-Romero ha desviado fondos de Harry Walker, pese a que esta empresa se encuentra en suspensión de pagos desde el pasado 18 de febrero. La acusa ción destaca que Crefica figura como interventor de la junta de acreedores de la suspensión de pagos de Harry Walker y sin embargo es uno de sus accionistas principales.
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