Exceso de ortodoxia
Buscando hacerse un hueco en el mercado español, Rata Blanca plantea a medio plazo sus objetivos. La formación argentina, que goza de una popularidad muy relevante en su tierra, ha entendido que es éste el momento idóneo para su expansión internacional y, en ese sentido, España es una salida natural, además de su desarrollo en Hispanoamérica. Viene el grupo con los pies sobre la tierra, sabiendo que abrirse camino en el terreno del rock duro es tarea peliaguda.El pasado año, Rata Blanca había puesto sus pies en nuestro país como primera toma de contacto. En la apertura de los con ciertos de Medina Azahara, el sexteto argentino mostró una ejecución notable, pero también reflejó unas influencias muy marcadas y, hoy por hoy, quien sabe si superadas por el tiempo.
Rata Blanca
Mario Ian (voz), Walter Giardino (guitarra), Sergio Berdichevsky (guitarra), Javier Retamozo (teclados), Guillermo Sánchez (bajo), Gustavo Rowek (batería). Sala Canciller. 300 espectadores. Madrid, 9 de septiembre.
El concierto de Madrid estuvo dominado por las mismas coordenadas que en su anterior visita, aunque, cuando ofreció el anticipo de los nuevos temas, dio a entender que Rata Blanca ha captado que la fórmula de las referencias tradicionales está agotada. Si se desea alcanzar una cierta respuesta fuera de sus fronteras, el futuro se viste por el cambio. Lo que actualmente ofrece Rata Blanca es una buena sesión de rock pesado un tanto desconectada con el proceso y la evolución del género en los noventa. Pendiente queda su prometida transición con el todavía inédito material que anuncia novedades perceptibles. Será en la primavera cuando haya ocasión de juzgarlo con pleno conocimiento de causa.
Babelia
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