Anagrama celebra su 25º aniversario arropada por sus escritores y amigos

Álvaro Pombo intentó durante toda la noche entregarle al editor Jorge Herralde el original de su última novela. No lo consiguió. Y no fue el desinterés, fue la emoción. Era, la noche de Herralde. Festejaba el 25 aniversario de su editorial, Anagrama. Acudieron cerca de una treintena de los escritores que trabajan con él, y muchos de los que no publican en su editorial. Y otros editores, y políticos'. Fue una noche de amigos, recuerdos, y proyectos.La noche era agradable. El ambiente, los jardines del hotel Juan Carlos I de Barcelona, permitía crear diferentes corros para intercambiar confidencias y copas. Los asistentes iban reconociendo a antiguos y nuevos amigos. Era ésto, una fiesta de conocidos en la que todos parecían estar a gusto. Había autores relacionados, con la editorial, como José Antonio Marina, Jesús Moncada, Quim Monzó, Miquel de Palol, Lluís Maria Todó, Xavier Rubert de Ventós, Javier Tomeo, Pedro Zarraluki, Llàtzer Moix, Álvaro Pombo, Hans Magnus Enzensberger, Sergi Pámies, Antoni Tabucchi -que llegó a última hora-, Tom Sharpe, Félix de Azúa, Román Gubern, Miquel Morey, Marcos Ordóñez, y un largo etcétera. Y había otros que sencillamente acudieron en calidad de amigos, como Terenci Moix o Eduardo Mendoza.

"Dios está con Anagrama", comentó Félix de Azúa. "O, dicho de otra manera más laica, la historia de Anagrama es la historia de mi generación. La anterior tenía a Carlos Barral y nosotros tenemos a, Jorge Herralde".

Carmen Martín Gaite destacó el carácter de "lector vocácional" de Herralde para valorar su labor editorial, y Enzensberger consideró que el caso de Anagrama tenía pocos parangones en otros países. Herralde, ufano, aprovechó la ocasión para presentar el catálogo de la editorial, que de forma novelada y exahustiva explica la historia de Anagrama en estos 25 años y repartió responsabilidades entre sus colaboradores.