Chechenia festeja con una victoria los tres años de independencia

El general Dzhojar Dudáyev festejó ayer el tercer aniversario de la independencia unilateral de la república de Chechenia en un ambiente de triunfo después de las recientes victorias cosechadas por sus tropas sobre la oposición, que suponen un serio revés a las esperanzas de Moscú para controlar a bajo precio la rebelde zona caucásica."Supimos defender nuestra independencia, y no hemos de temer a nadie si en el futuro nos mantenemos unidos", afirmó ayer el caudillo caucásico ante la multitud que se había reunido en la plaza central de Grozni, la capital de Chechenia, según la agencia Interfax.

Ante Dudáyev desfilaron unidades de intervención especial y tropas del interior de la república, ataviados con uniformes especialmente diseñados por el Estado Mayor local. Un total de 200.000 personas participaron en las conmemoraciones, a las que acudieron también representantes informales de los pueblos del norte del Cáucaso, diferentes repúblicas de la antigua URSS y países del extranjero, señaló Interfax, sin dar detalles y citando como fuente a las autoridades chechenas.

Nuevo golpe

El curso de los acontecimientos parecía indicar ayer que Dudáyev se preparaba para asestar un nuevo golpe a sus adversarios, esta vez en Tolstói-lurt, la patria chica del ex jefe del Parlamento ruso, Ruslán Jasbulátov, a juzgar por los movimientos de carros de combate y artillería pesada en dirección a esa localidad, de los que daba cuenta la agencia Itar-Tass, citando al Consejo Provisional, la unión de opositores a Dudáyev que cuenta con el apoyo de Moscú.En Tolstói-Iurt está el cuartel general de los partidarios de Jasbulátov y hacia allí parecen haberse replegado los restos de los contingentes de Ruslán Labazánov, uno de los jefes rebeldes, que sufrió cuantiosas pérdidas la noche del domingo al lunes en el pueblo de Argún, localidad estratégica a 15 kilómetros de Grozni.

En Moscú, un agente del Servicio Federal de Contrainteligencia de Rusia (SFC), que fue capturado por los servicios de seguridad de Chechenia el 25 de agosto y liberado el pasado domingo, apareció ayer ante la Prensa en la legendaria sede del KGB en la plaza de la Lubianka y dio algunas pistas sobre la gravedad de la situación en la zona.

"Sólo sé que la situación debe ser abordada con extrema cautela para evitar que la guerra estalle en toda la zona del norte del Cáucaso", manifestó el agente, Stanislav Krylov, un oficial de carrera de 41 años, que no dio ningún dato sobre la operación que permitió liberarle o la naturaleza de su misión en la república rebelde. El oficial manifestó haber sido obligado a confesar que trabajaba contra Chechenia junto con otras personas. Este testimonio, grabado en vídeo, fue forzado, según dijo, bajo la amenaza de secuestro de su hija, residente en Moscú.