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La temporada europea de ópera abre su programación a nuevos compositores

Obras barrocas y contemporáneas ganan terreno en los teatros del continente

Mozart, Verdi, Wagner y Puccini ceden terreno a Haendel, Purcell, Scarlatti y Schnittke. La ampliación del repertorio de los teatros de ópera de Europa es ya una realidad. Los títulos de siempre como La traviatta o Las bodas de Fígaro compartirán cartel en la próxima temporada con las nuevas óperas de compositores contemporáneos y con una amplia recuperación de las obras maestras del repertorio antiguo y barroco. No es que no guste lo de siempre, pero la oferta discográfica amplía los gustos y los teatros buscan ampliar su público con nuevas propuestas.

Cuatro teatros de ópera conmemoran el tricentenario de la muerte del mayor de los compositores británicos, Henry Purcell (1658-1695). Los cuatro han elegido la misma ópera: The king Arthur. También los mismos intérpretes: William Christie, el más francés de los directores de orquesta estadounidenses, y su conjunto Les Arts Florisants. El Covent Garden de Londres y el Teatre du Châtelet de París la representarán en una nueva producción, cofinanciada. Los teatros franceses de Estrasburgo y Montpellier la ofrecerán en versión de concierto.Haendel se ha convertido en el compositor barroco preferido por los teatros de ópera. Así lo demuestran las programaciones de varios teatros que la próxima temporada ofrecerán cinco títulos del más británico de los compositores alemanes. Poro, re dell'Indie en Toulouse, Agrippina en Colonia, Belsazar en Hamburgo, con una dirección de escena de Harry Kupfer, y con el contratenor Jochenn Kowalski; Xerxe en Bolonia y Ariodante en tierras británicas: Cardiff, Birmingham y Bristol, con dirección musical de Marc Minkowski.

El Teatro Lírico Nacional la Zarzuela, de Madrid; la Bastilla, de París, y la Opera de Francfort han coincidido esta próxima temporada a la hora de elegir un título infrecuente: la ópera Iphigenie en Tauride, de Gluck.

El Teatro de ópera de Ginebra también ha programado un título de Gluck: Orfeo, en la versión francesa de Héctor Berlioz dedicada a la legendaria soprano española Pauline Viardot-García. La obra, con reparto discográfico, será dirigida por Jeffrey Tate y protagonizada por la mezzosoprano Anne Sofie von Otter y la soprano Barbara Bonney.

Scarlatti y Britten

Otros títulos de ópera antigua y barroca para la próxima temporada son Il trionfo dell'onore y Il Telemaco, de Alessandro Scarlatti, que se presentarán respectivamente, en el Teatro de la Monnaie de Bruselas y la ópera de Niza. Esta última también presenta L'incontro improvviso, de Haydn. La ópera Comique de París ha elegido David et Jonathan, de MarcAntoine Charpentier, que dirigirá William Christie.

Colonia ha optado por Il ritorno d'Ulisse in patria, de Monteverdi, protagonizado por el barítono Thomas Hampson y la mezzosoprano Kathleen Kuhlmann, y el Falstaff, de Salieri, con dirección del alemán Michael Hampe. Holanda ha elegido Orfeo, de Monteverdi.

Si Haendel es el favorito de los teatros de ópera europeos en música antigua y barroca, el ruso Alfred Schnittke (Engels, 1934) es el compositor vivo al que más óperas le van a representar la próxima temporada. La vida de un idiota, en la English National Opera de Londres; Gesualdo, en la ópera de Viena, con dirección musical de Mstislav Rostropóvich; Faust, en Hamburgo, y Dreyfus-J'accuse, en Bonn. Dos de las óperas del alemán Hans Werner Henze serán representadas: en Múnich, Der junge Lord, y en Hamburgo, Die Bassariden.

No faltan tampoco estrenos mundiales: En Lyón, Dédale, de Huges Dufourt, y en Montpellier, Cendrillon, de Vladímir Kojoukharov, y L'epouse injustement soupçonnée, de Valérie Stéphan, con texto de Cocteau, en Montpellier.

Casi todos los teatros han programado alguno de los títulos clásicos del repertorio operístico del siglo XX. Cuatro teatros han optado por el compositor británico Benjamin Britten.

El Covent Garden, de Londres, por Peter Grimes; la English National Opera y la ópera de Lyón, por el El sueño de una noche de verano, y el teatro lírico de Colonia ha elegido Otra vuelta de tuerca. La English National Opera también presentará King Priam, del nonagenario Michael Tippett. Las óperas de Amsterdam y Francfort han optado por Lady Macbeth en el distrito de Mtsenk, de Shotakóvich; Lyón repone El amor de las tres naranjas, de Prokófiev, con una premiada producción de Louis Erlo, que dirigirá musicalmente Kent Nagano, y la ópera de Viena ofrece El ángel de fuego, también de Prokófiev, protagonizada por la soprano Anja Silja.

Entre los compositores de la Escuela de Viena, destacan la trilogía Die glückliche hand, Von Heute auf Morgen, Erwartung, de Schönberg, programada por la ópera de Amsterdam. Las dos obras maestras de Alban Berg, Wozzeck y Lulu, han sido programadas por los teatros de Toulouse, Bruselas y Colonia, respectivamente.

El checo Leos Janacek está presente en las temporadas del Châtelet, con La zorrita astuta, que dirigirá Charles Mackerras; en la ópera Alemana de Berlín, Katia Kabanova, y en Hamburgo, Jenuka. El castillo de Barba Azul, de Bartok, se representará en Montpellier. Pierre Boulez dirigirá en Birmingham Pelléas et Meliasande, del compositor francés Claude Debussy, y en Berlín ha programado Diálogo dé carmelitas, Francis Poulenc. La ópera de Bonn apuesta por la ópera de Michel Nymann El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, basada en el libro del neurólogo Oliver Sacks.

Recuperar lo español

El repertorio español estará presente en los teatros europeos con la recuperación de dos títulos olvidados. Bolonia ha programado la primera ópera que se compuso en América: La púrpura de la rosa, de Tomás de Torrejón y Velasco, compositor español que vivió la mayor parte de su vida en Perú y que tuvo a Calderón de la Barca como libretista. La obra se estrenó en Lima en 1701, y en Bolonia se representará con un reparto mayoritariamente español, encabezado por Josep Benet, Josep Cabré y Francesc Garrigosa.La Ópera de Montpellier apuesta por un valor seguro, Jordi Savall, al que los franceses adoran, para iniciar una tiogía de óperas españolas [vease EL PAÍS del 23 de agosto]. La primera, para el próximo mes de febrero, será Il burbero di buon cuore, del valenciano Vicente Martin Soler, contemporáneo de Mozart y que para esta ópera tuvo la colaboración de Lorenzo da Ponte como libretista. La ópera fue en su día un gran éxito, pero hoy es desconocida. La dirección de escena correrá a cargo de Gilbert Defló.

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