El rescate de la arquitectura racionalista

El Hipódromo, de la Zarzuela de Madrid, el Real Club Náutico de San Sebastián, la Casa Bloc de Barcelona y la Casa Da Moeda de Lisboa son, junto a otro seis edificios, los más significativos de la arquitectura moderna en la Península Ibérica. Ésto es lo que ha decidido la comisión de diez expertos que en los dos últimos años se encarga de realizar el registro de los edificios racionalistas más interesantes de España y Portugal. Un primer inventario de 50 obras se presentará en Barcelona, del 14 al 17 de septiembre, en el transcurso de la III Conferencia Internacional de Docomomo, un organismo internacional cuyo objetivo es documentar y conservar la arquitectura y el urbanismo del Movimiento Moderno.

La primera lista que ha realizado la comisión de expertos, un grupo de trabajo dependiente de la sección ibérica del Docomomo, es un primer inventario sujeto a revisión. En el congreso de Barcelona se presentará el registro de 50 edificios, pero está previsto que éste cuente con unas 150 obras. No todas ellas tienen el mismo grado de importancia. El registro pretende documentar los edificios o conjuntos, contribuir a su estudio y servir como instrumento de presión ante los propietarios privados y las administraciones para asegurar su conservación en el caso de que fuera preciso.La lista de los diez edificios más importantes incluye a aquellos que tienen una entidad indiscutible dentro de la arquitectura moderna. El resto, hasta alcanzar la cifra de cincuenta, se presenta de forma cronológica, sin orden de más a menos significación. Aunque uno de los temas del congreso será, precisamente, los límites cronológicos del Movimiento Moderno y su posible continuación en la arquitectura actual, el inventario abarca en principio edificios construidos entre los años veinte -como el Rincón de Goya (Zaragoza, 19271928), del arquitecto Fernando García Mercadal- y principios de los años setenta -el último de la lista es el edificio de viviendas Torres Blancas (Madrid, 1961-1968), de Francisco Saenz de Oiza-.

En principio, este inventario permitirá dar mayor difusión a estos edificios que normalmente sólo suelen ser conocidos a nivel local. Éste hecho, la falta de consideración social de este tipo de arquitectura hace peligrar en algunos casos su integridad o dificulta su conservación. En España, en donde, pese a que hay obras muy significativas la implantación del Movimiento Moderno fue escasa, este problema no es tan grave, pero en numerosos países de la Europa Central, más prolijo en arquitectura racionalista, se han derruido muchos edificios importantes debido a la escasa sensibilidad hacia este tema.

"En la arquitectura del siglo XX prima el valor inmobiliario sobre el valor patrimonial", explica Lluís Hortet, director de la Fundación Mies van der Rohe y secretario del Docomomo Ibérico. "Se han dado muchos casos de destrucción debido a la especulación, sobre todo en Europa central. En España, de todas formas, hay casos de edificios interesantes que están en peligro, bien por falta de conservación o porque cabe la posibilidad de destrucción". Hortet, de todas formas, insiste en que no se trata de hacer una lista dogmática de lo bueno y lo malo en la arquitectura moderna. "Lo principal es que estén inventariados. Hay edificios que una vez documentados pueden, incluso, desparecer. O en otros casos pueden reconvertirie. No hay una regla fija para todos."

Revisión crítica

El Docomomo, organización creada en 1988, cuenta con secciones en países de todo el mundo -mayoritariamente de Europa y América- que se organizan de forma independiente. La Fundación Mies van der Rohe fue la encargada de organizar la sección ibérica, de la que mantiene el secretariado permanente.

La conferencia de Barcelona, a la que asistirán cerca de 300 arquitectos y estudiosos, tiene como tema El desafío de la Modernidad: Una revisión crítica y posiciones actuales. Entre los ponentes que reflexionarán sobre la pervivencia del Movimiento Moderno figuran Kenneth Frampton, Vittorio Magnago Kampugnani, Juan Antonio Cortés, Antonio Monestiroli, Bruno Reichlin, Gérard Monnier, Dennis Sharpe Ignasi de Solá Morales.

Un total de 15 países, además de España, presentarán los inventarios de sus respectivos territorios.