Los incentivos a la economía pedidos por CiU obstaculizan el pacto presupuestario

Los incentivos fiscales a la economía productiva y la profundización en la reforma del mercado laboral, exigidos por Convergencia i Unió (CiU), obstaculizan el acuerdo de los nacionalistas catalanes con el Gobierno sobre los Presupuestos del año próximo, según fuentes próximas a los negociadores de CiU.Las exigencias convergentes que el PSOE rechaza se resumen en siete apartados: la suavización de la fiscalidad familiar, la puesta en marcha de los planes de ahorro popular, la mejora fiscal de los beneficios reinvertidos, la eliminación de la doble tributación de dividendos -CiU propone una norma específica para las sociedades holding-, la regularización de balances que permitiría aflorar activos fiscalmente opacos, la reducción de las cuotas de la Seguridad Social compensándolas con impuestos indirectos -básicamente el IVA- y la rebaja del Impuesto de Actividades Económicas. En todos estos puntos, que Miquel Roca ha defendido ante el Gobierno en los últimos años en sintonía con destacados miembros de la Administración central, hubo un acuerdo de intenciones antes del verano, pero "finalmente los socialistas han dado marcha atrás empujados por sus propias divisiones", según medios próximos a CiU.

A ello se añade además la reticencia por parte del Gobierno a profundizar en la reforma del mercado laboral. CiU propone incrementar las medidas de urgente ocupación "con una nueva modalidad de contrato temporal que contempla 20 días de indemnización por año en caso de rescisión", agregan los mismos medios.

Fondo de cohesión

Por contra, otros aspectos de primer orden juegan a favor del acuerdo final sobre los Presupuestos. Así, la certeza de que el fondo de cohesión de la Unión Europea será gestionado por las comunidades "significa un avance del 60% en las negociaciones previas para cerrar un acuerdo sobre el Presupuesto de 1995", según dichas fuentes.El anuncio, efectuado por Jerónimo Saavedra, ministro para las Administraciones Territoriales, de que el Gobierno es favorable a la cesión del fondo, fue recogido positivamente por los nacionalistas. Precisamente ayer, Jordi Pujol, presidente catalán; Miquel Roca, portavoz de CiU en el Congreso; Macià Alavedra, consejero de Economía, y Josep Antoni Duran Lleida, máximo dirigente de Unió Democrática, se reunieron ayer para tratar la marcha de la negociación.

Los desacuerdos iniciales en Sanidad -un fleco pendiente de 15.000 millones- serán el eje de una reunión prevista para hoy mismo entre Roca y el ministro de Economía, Pedro Solbes. El portavoz de CiU almorzará hoy con el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, para debatir las dotaciones y competencias de la policía autonómica. Belloch aseguró ayer que espera que pronto haya un acuerdo sobre el modelo policial catalán.