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Una pena de motor

Peñajara / Plaza, Higares, Vázquez

Toros de Peñajara, bien presentados, desiguales de juego y flojos.

José Mª. Plaza: palmas en los dos.

Óscar Higares: dos orejas; oreja. Javier Vázquez: oreja; silencio.

Plaza de Alcalá de Henares, 28 de agosto. Tercera de feria. Media entrada.

Varios toros embistieron con buen estilo, pero fue una lástima el endeble motor que tuvieron en general. Óscar Higares tuvo de todas maneras la fortuna de su lado. La aprovechó y salió a hombros después de cortar tres orejas. Su primera faena la empezó con torería, sentado en el estribo, para salirse al tercio con muletazos templados y sentidos. Fue una faena completa, con dos tandas de muletazos con ambas manos toreras. Al natural le enganchó la muleta más de la cuenta, pero en redondo toreó con buen sentido y la muleta planchada.En el quinto, Higares demostró su poderío con la mano diestra. Volvió a manejar la espada con decisión, aunque en esta ocasión se fue a los bajos.

Javier Vázquez no pudo hacer nada con el sexto, parado y soso. Con su primero toreó con enjundia y buen ritmo al natural. Pero se tumbó el toro cuando le bajó la mano mientras toreaba con la derecha, y hubo justa bronca. Se levantó el toro y Vázquez se adornó con galanura. Al torero local, José María Plaza, no pudieron ni regalarle una vuelta al ruedo. Malos toros le correspondieron y tan sólo pudo estar voluntarioso y demostrar sus buenas maneras en algún derechazo suelto, o en un par de ayudados y bellos recortes.

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