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El Parlamento vasco exige a su Gobierno que prohíba importar pescado capturado con volantas

El Parlamento vasco aprobó ayer por unanimidad una declaración institucional en la que insta al Ejecutivo autónomo para que prohíba las importaciones del pescado obtenido con volantas "mientras persista el incumplimiento de la normativa comunitaria". Esta exigencia forma parte de las reivindicaciones que la flota pesquera del Cantábrico hizo públicas cuando sus barcos bloquearon los puertos en julio. Entre tanto, un tribunal de Lorient (Francia) condenó ayer al patrón del pesquero de altura Almiketxu, con base en Ondárroa (Vizcaya), al pago de 800.000 francos (unos 19 millones de pesetas) tras su apresamiento en la noche del pasado lunes.

Altos responsables del departamento de Comercio del Gobierno vasco recordaron entonces la "imposibilidad" de hacer frente a esta petición ante "la falta de competencias" en la materia. El viceconsejero de Pesca del Ejecutivo vasco, José Ignacio Espel, aplaudió ayer la declaración institucional. "Es una buena declaración de intenciones, aunque no tenemos competencias para prohibir la importación de pescado".En el mismo texto, la diputación permanente de la camara vasca exige al Gobierno español que adopte "todas las medidas necesarias" para defender al sector arrantzale vasco y, en concreto, supresión definitiva de la utilización de las redes de enmalle a la deriva o volantas y su cumplimiento por parte del Estado francés y el resto de las partes implicadas".

La reunión de la diputación permanente del Gobierno vasco venía precedida de una solicitud conjunta de Eusko Alkartasuna (EA) y Herri Batasuna (HB) para que la cámara vasca celebrara un pleno sobre el conflicto de las volantas y la situación del sector pesquero antes de la disolución del parlamento. Las formaciones políticas, a excepción de Euskal Ezkerra (EUE), que se abstuvo, rechazaron la propuesta de HB y EA. Ante la imposibilidad de celebrar el pleno por el periodo estival, los partidos políticos optaron por aprobar una declaración institucional.

Por su parte, los representantes de España en el Parlamento europeo van a defender un proyecto en el que, entre otras cosas, se pide que se prohíba la utilización de las volantas y quede a criterio de cada Estado miembro su empleo en las 12 millas.

Europarlamentarios del PSOE, PP, PNY y IU se reunieron ayer en San Sebastián con los presidentes de las cofradías de pescadores del Cantábrico para analizar las medidas que se van a adoptar en los próximos días de cara a convencer a eurodiputados y opinión pública de los aspectos negativos que para la pesca tiene el empleo de redes de deriva. Los europarlamentarios españoles albergan la esperanza de conseguir el apoyo de la mayoría de los eurodiputados de los Estados miembros, salvo franceses e italianos, que son los únicos que defienden esas artes.

Pescadores y políticos están a favor en la desaparición de las redes de enmalle y un mayor control en aguas comunitarias. Ambas partes coinciden en apuntar que la asociación ecologista Greenpeace puede llevar a cabo una gran labor en concienciar a la opinión pública de lo negativo que puede resultar que los pescadores empleen redes de deriva. Los acuerdos comunitarios en materia de Pesca establecen que se pueden utilizar redes de deriva de hasta 2,5 kilómetros. Los estudios sobre la utilidad de ese tipo de artes de pesca indican que el uso de estas redes no es rentable si su longitud es inferior a los siete kilómetros.

También el consejero andaluz de Agricultura y Pesca, Paulino Plata, se reunirá el viernes con los representantes del sector pesquero afectados por la prohibición de las volantas. Al encuentro asistirá una delegación de la secretaría general de Pesca.

Por otra parte, José Salguero, patrón del Almiketxu, que fue apresado la noche del lunes por la Armada francesa, fue condenado ayer por el Tribunal Correccional de Lorient (Francia) al pago de una multa de 800.000 francos (unos 19 millones de pesetas) por infringir la legislación sobre pesca. El arrastrero está acusado de faenar con redes de malla inferior a la medida reglamentarla y de capturar pescado (casi 400 kilos) de menor talla a la permitida.

El Alnmiketxu ya había sido apresado por patrulleras galas en julio del pasado año por una infracción similar. En aquella ocasión los tribunales galos le impusieron una multa de 100.000 francos (unos 2,5 millones de pesetas), de los que satisfizo sólo 50.000, según explicó el armador. Los 15 tripulantes del barco vasco esperaron ayer retenidos la sentencia.

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