Cantar por cantar

La noche era muy agradable climatológicamente, pero supongo que poco estimulante para los artistas que hubieron de actuar ante una escasa audiencia. Esto influyó sin duda negativamente en cantaor y guitarrista, quienes dieron la impresión de salir a cumplir el trámite.Son, sin embargo, artistas interesantes. Morenito de Íllora pertenece a una familia flamenca y gitana de este pueblo granadino, y tiene mucho currículo ya pese a su juventud, porque es profesional desde que era casi niño. Es verdad que ha hecho su carrera cantando casi en exclusiva para bailaoras/es, pero siempre solicitado por las grandes figuras, y conoce y domina los estilos con solvencia.

En esta ocasión, lamentablemente, se quedó por debajo de sus posibilidades, aunque en al gunos cantes llegará a valores aceptables de expresión flamenca, que no jonda. En las siguiriyas, por ejemplo en los fandangos, estilo siempre eficaz si se hace con el brío que puso Morenito, pese a que recurriera a aquellas tremebundas letras que en tiempos hicieron Caracol, Pinto y otros de enterradores y similares. Pero en términos generales hubo demasiada mecánica en su cante, y entonces la rutina se apodera del mismo y genera monotonía, frialdad.

Tampoco Pedro Sierra, que es un notable guitarrista, anduvo muy fino. Ni la megafonía, de la que se viene abusando en volumen sin necesidad, como si el único fin de ella fuera molestar.