Irán atribuye a una "conspiración sionista" las acusaciones de terrorismo

Acusaciones que van desde la supuesta complicidad iraní en los atentados de Buenos Aires y Londres el mes pasado hasta rumores sobre el presunto apoyo material a los movimientos guerrilleros en México e Irlanda del Norte, han colocado súbitamente a Teherán en la familiar posición de defenderse a voz en grito. Irán dice que hoy existe una nueva "conspiración sionista planetaria" contra la república islámica y acusa a la "arrogancia internacional" -el epíteto para EE UU- de tramar nuevas conjuras.

Después de la destrucción de Irak a manos de fuerzas aliadas hace tres años, dicen cada vez más frecuentemente autoridades y editorialistas iraníes, Washington e Israel están preparando el terreno para una agresión militar contra Irán. [Israel, por su parte, advirtió ayer de la posibilidad de un nuevo ataque antijudío en Argentina, informa Reuter.]La retórica de Teherán hoy es reminiscente de los albores de la revolución islámica, cuando los iraníes vivían obsesionados con "la gran conjura satánica" promovida por EE UU e Israel y apoyada por el Reino Unido, Francia, Irak y las monarquías del Golfo.

El presidente Alí Akbar Hachemi Rafsanyani afirmó recientemente en una reunión con embajadores iraníes: "La consolidación de la república islámica ha hecho perder esperanzas a los enemigos de Irán".

Pero preocupación por el impacto de la "nueva campaña" contra Irán existe. Su manifestación más patente son los frecuentes editoriales en los diarios publicados por las diversas facciones políticas.

"Tras la guerra entre Irán e Irak, la política del régimen sionista busca empujar a la república islámica hacia una crisis internacional", apuntaba hace días el diario Jumhuriya Islami (República Islámica), que refleja el pensamiento del clero radical. "Uno de los objetivos es crear condiciones similares a las que precedieron el ataque contra Irak capitaneado por EE UU", agregaba.

Kayhán (Universo), el rotativo de mayor circulación, afirmaba por su parte: "Estados Unidos y sus aliados abren un frente contra nosotros".

El diario Resaalat (Informaciones), campeón de la causa del mercado libre y portavoz del clero conservador, sugería entretanto que Argentina se ha prestado a "manipulaciones de Estados Unidos e Israel" para lanzar una campaña propagandística contra Irán. El matutino Abrar (El Mensaje), en manos de otros sectores de radicales con base en la ciudad sagrada de Qom, denunció por su parte "la complicidad de Israel y Estados Unidos para una probable acción contra lrán" y dijo que el vicepresidente norteamericano Al Gore, que proyecta visitar Oriente Próximo el próximo mes, es el encargado de "coordinar" actividades anti-iraníes.

Si bien las acusaciones argentinas e israelíes contra Irán y el apoyo de EE UU a ellas han reavivado el recelo de Teherán, también han provocado un nuevo examen público de las relaciones entre Teherán y otros países. Los principales diarios de Teherán, por ejemplo, han intensificado sus críticas contra Francia, acusándola de seguir una política de doble rasero. Varios analistas fustigan la campaña francesa contra los integristas de Argelia y describen como "hipócrita" el papel de París, que, dicen, protege a grupos opositores iranies como la organización Muyahedin al Qalk, acusada del atentado que el pasado 20 de junio mató a cerca de treinta personas en la santuario de Mashaad.