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Muere Peter Cushing, un actor clásico del cine de terror

El 'Doctor Frankenstein' falleció de cáncer a los 81 años

El rostro anguloso de Peter Cushing se llegó a convertir, a lo largo de su carrera cinematográfica, en una marca de fábrica para las películas de terror. Su interpretación del doctor Fran- kenstein en 1957 inició una relación con el género fantástico que se prolongó hasta 1985, con cerca de un centenar de películas. Cushing murió ayer en una residencia de ancianos de Kent, al sur de Inglaterra, de cáncer de próstata.

Peter Cushing, nacido en 1913, tuvo en su juventud una formación teatral clásica y ya había interpretado varias obras en escenarios de Gran Bretaña y Estados Unidos antes de tener su primera gran oportunidad en el cine británico, con un papel en el Hamlet de Laurence Olivier, en 1948.Pero no fue hasta casi una década después, en 1956, tras su actuación como Winston Smith en la versión cinematográfica de la novela 1984, de George Orwell, que obtendría el papel que marcó definitivamente el rumbo de su carrera como actor, cuando en 1957 encarnó al doctor Frankenstein en el clásico del género La maldición del doctor Frankenstein.

Poco después inició una larga y emblemática relación profesional con Christopher Lee, la otra gran figura de las películas de horror de los años 50. La pareja se convirtió en un filón de oro para los estudios británicos Hammer, que alimentaron el imaginario de la época con una serie de filmes protagonizados por Cushing y Lee. Juntos realizaron Drácula, que los consagró como maestros del género.

El bien y el mal

Los personajes del conde Drácula y el doctor Van Helsing, el eterno enemigo del vampiro a quien acaba siempre clavándole la estaca en el corazón, son consideradas por muchos expertos como las mejores interpretaciones de la eterna lucha entre el bien y el mal en el cine.Las facciones afiladas de Cushing no solo le convirtieron en el rostro inquietante de los misterios de ultratumba. El actor británico supo encarnar la imagen de otro gran personaje de la ficción británica, dando vida al detective Sherlock Holmes. Su papel en El perro de los Baskerville, en 1959, es recordado como otro de los grandes momentos de su carrera.

Pero, a pesar de su aspecto amenazador y su mirada de pesadilla, Peter Cushing era en la vida real un inofensivo vegetariano, amante de la naturaleza, de su esposa -la actriz Helen Bock, muerta en 1971 - y de la vida sosegada. En 1980, durante su estancia en España para participar en la película La isla de los monstruos, del director español Juan Piquer, basada en Escuela de Robinsones de Julio Verne, Cushing se mostró afable e ilusionado con su papel, "No me preocupa el carácter de mis personajes, pero sí me encanta encarnar la bondad", dijo.

El encasillamiento que sufrió en los filmes de serie B, no le hacía muy feliz. "Si ahora volviese a interpretar el papel que hice en Hamlet, lo habrían considerado una película de terror", llegó a decir.

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