Una nueva plaga, el tifus, se cierne sobre los ruandeses
El comandante en jefe de la misión de las Naciones Unidas para Ruanda, general Romeo Dallaire, visitó ayer la zona controlada por las tropas francesas, en el suroeste del país. Dallaire se reunió con el mando de las tropas francesas en la ciudad de Gikongoro para discutir los detalles del despliegue de cascos azules tras la retirada de esos soldados, prevista para el próximo día 22.Mientras, en los campos de refugiados situados en Zaire, -afectados por el cólera y otras graves enfermedades, que ya han acabado con la vida de unas 25.000 personas- las organizaciones humanitarias se mantenían en guardia contra otra nueva amenaza: el tifus.
Según un funcionario de la ONU, la amenaza de otra catástrofe cuando aún no se ha conseguido controlar la situación en la ciudad zaireña de Goma, plagada de refugiados afectados por el cólera y la disentería, "preocupa muy seríamente".
"Síntomas preocupantes"
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) declaro ayer en Ginebra que el temor a una epidemia de tifus se basa en los "preocupantes síntomas" que han provocado la muerte de 19 personas en los últimos dos días y mantienen en estado muy grave a otras treinta. Los síntomas son enrojecimiento de los ojos, espasmos, fiebres muy altas y problemas neurológicos.
La portavoz de ACNUR, Silvana Foa, indicó: "Todavía no sabemos con exactitud si se trata de tifus. Esperemos que no sea así, porque es una enfermedad muy contagiosa".
Las tropas francesas han enviado algunas muestras a laboratorios de Marsella (Francia) para averiguar el tipo de enfermedad. ACNUR teme que los análisis confirmen las sospechas de los médicos y organizaciones que operan en los campos de refugiados ruandeses y revelen que se trata de tifus.
Cerca de un millón de ruandeses cruzaron la frontera zaireña de Goma hace tres semanas y sólo un número muy pequeño ha regresado a sus casas en Ruanda. Además, cientos de miles de hutus, a cuya étnia se atribuye gran parte de las matanzas perpetradas en la guerra civil ruandesa, se encuentran refugiados en suroeste del país, en la zona bajo control de las tropas francesas, desde la victoria del Frente Patriótico Ruandés, de mayoría tutsi. Las organizaciones humanitarias temen que el regreso de los soldados franceses a su país genere un nuevo éxodo masivo de ruandeses desde esa zona hacia los campos de refugiados en el vecino Zaire
En España, la ayuda humanitaria para Ruanda sigue afluyendo y el próximo domingo todas las comunidades católicas celebrarán una misa especial por el país africano, siguiendo el llamamiento realizado por el Papa Juan Pablo II. Cáritas Española informó ayer que ha recaudado entre el 15 de abril y los primeros días de agosto entre 400 y 450 millones de pesetas en las cuentas abiertas en bancos y cajas de ahorro para ayudar a Ruanda.
