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Alavedra reitera que CiU no podría votar los presupuestos en este momento

"Ni acuerdo ni preacuerdo. Nada de nada". Con esta contundencia se expresó anteanoche el consejero de Economía y Financias de la Generalitat, Maciá Alavedra, al evaluar el actual estado de las conversaciones entre el Gobierno y la coalición Convergència i Unió (CiU) para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 1995. "Pero el ministro Pérez Rubalcaba ha dicho que hay un preacuerdo", le comentaron. "Eso no es verdad", señaló.Las negociaciones para la aprobación de los presupuestos constituyeron la estrella informativa en el tradicional suquet que Pere Portabella ofrece cada mes de agosto en su mas de Llofriu, en la Costa Brava, al que asistieron más de 150 personas. Políticos, empresarios e intelectuales se dieron cita en el acto, que viene marcado por el inicio de las vacaciones de verano en la Costa Brava.

Como cada año, el anfitrión depáró a sus invitados una sorpresa: en esta ocasión fue Santiago Carrillo. El ex secretario general del Partido, Comunista de España no desaprovechó la ocasión para señalar que "la izquierda necesita una brújula" porque, a su juicio, "camina sin rumbo". También dio su particular opinión sobre el pacto que en Andalucía han formalizado el Partido Popular e Izquierda Unida: "Yo no sé si al PP le viene bien, pero lo que es seguro es que a la izquierda le viene mal". La incógnita que mantiene CiU en tomo a la negociación de los Presupuestos Generales no va a ser desvelada hasta bien entrado septiembre. Los nacionalistas catalanes juegan sus cartas con una agresividad de la que hasta la fecha no habían hecho uso. Parece evidente, no obstante, que son más las posibilidades de acuerdo que de desacuerdo -"no hay ruptura", admitió Alavedra-, pero el viernes por la noche lo que había era escepticismo y en la boca de todos los comensales estaba el rumor sobre unas elecciones generales anticipadas, coincidiendo con las municipales que han de celebrarse en- 1995.Izquierda y burguesía

En casa de Portabella se dieron cita dirigentes de Iniciativa per Catalunya (IC) y personas pertenecientes a lo que Julio Anguita ha denominado sin tapujos "peor burguesía de España", en alusión a la catalana. Militantes de Iniciativa y burgueses catalanes compartieron mesa tranquilamente. Así, era fácil ver a la mujer o a un hijo de Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional y de La Caixa, o al empresario Carlos Ferrer Salat, departiendo con las gentes de IC.

Hubo ausencias señaladas como la del alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el secretario general de CiU, Miquel Roca. No habían faltado a casi ninguna de las citas anteriores, pero el viernes por la noche evitaron el encuentro y la instantánea que recogiera un saludo distendido entre ambos. Estrategias de cara a la batalla que librarán en 1995 por la alcaldía de Barcelona.

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