La Armada británica comprueba que uno de sus barcos boniteros faenaba con redes ilegales
El buque de la Armada británica HMS Anglesey confiscó ayer las redes del pesquero, inglés Charisma, mientras faenaba en el Golfo de Vizcaya por sospechar que medían más de los 2.5 kilómetros reglamentarios. Los pescadores británicos acusaron a sus competidores españoles de "piratas" por haber destrozado las volantas de tres de sus barcos y de uno irlandés. El Gobierno vasco se comprometió a aumentar el control de importaciones. mientras el Ministerio de Agricultura y Pesca hacía suya la iniciativa de identificar el atún pescado por los españoles con una chapa verde de calidad., El PP pidió la comparecencia urgente del ministro Luis Atienza para explicar los nuevos incidentes.
La confiscación de las redes del buque británico Charisma fue motivada por la "sospecha razonable" de que el pesquero estaba "cometiendo una infracción de la normativa de la Unión Europea [que limita la longitud de las redes a 2,5 kilómetros]", según el comunicado del Ministerio de Pesca del Reino Unido. Inspectores del buque aseguraron que éste volverá a ser revisado a su llegada al puerto de Cornualles, al oeste de Inglaterra.Paralelamente, el Valdivia, buque de apoyo de la Xunta de Galicia, aseguró que las redes de otro pesquero inglés interceptado en la mañana de ayer, el Alice Lois, miden 3,426 kilómetros de longitud, excediendo en cerca de 1 kilómetro las medidas permitidas por la UE. Los marineros ingleses, que mantienen que sus redes se ajustan a la normativa, se mostraron ayer perplejos por las nuevas alegaciones. No obstante, denunciaron una vez más la ofensiva española como propia de piratas más que de pescadores. Mike Townsend, director de la Organización de Productores de Pescado de Cornualles, valoró en tomo a las 25.000 libras (unos 5 millones de pesetas) los daños materiales ocasionados en cada embarcación.
La mayoría de la flota bonitera británica, compuesta por 11 barcos, regresó ayer a sus puertos de origen escaldados de los enfrentamientos en alta mar. Esta retirada fue confirmada por el barco de la organización ecologista Greenpeace Rainbow Warrior, que acompaña a la costera del bonito. Greenpeace dice haber comprobado el uso de redes ilegales por parte de los británicos.
En España, los pescadores exigen que se impida la importación de pescado de los puertos franceses, irlandeses y británicos, a los que acusan de utilizar sistemáticamente redes de longitud muy superior a la permitida. Ayer, el Gobierno vasco anuncié su decisión de intensificar los controles de importación tanto en los almacenes como en las carreteras. Además, los conserveros de Ondárroa (Vizcaya) alcanzaron un compromiso verbal con las cofradías vascas para no comprar atún pescado con redes de deriva.
La dirección de Infrisa, una de las empresas importadoras de pescado más importantes de Euskadi, comunicó a la Administración vasca su intención de "no importar bonito de procedencia ilegal, y apoyar la lucha contra las volantas", aunque su dirección se quejó de la excesiva presión ejercida por algunas cofradías de pescadores.
También, han mostrado su apoyo los alcaldes de los pueblos portuarios. Tras una reunión celebrada ayer, pidieron que se dejara de comercializar en Euskadi el bonito capturado con volantas y decidieron apoyar la manifestación convocada por las cofradías para el próximo lunes en Bermeo.
Los responsables del Ministerio de Agricultura y Pesca, que reiteró su deseo de erradicar el uso de volantas en la pesca europea, se reunirán el lunes con los representantes autonómicos para promover el uso de la chapa verde que identificará el bonito español, de más calidad, pescado con artes tradicionales. Ante los nuevos incidentes, el Partido Popular solicitó ayer la comparecencia urgente del ministro Luis Atienza ante el Congreso.
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