'Saltillos' se lidian hoy en Las Ventas, con la confirmación de El Javi

La serie de corridas de tono torista, tan del agrado de la afición madrileña, sigue hoy en Las Ventas con la divisa de Moreno Pidal, puro encaste Saltillo, en un festejo en el que el diestro de Fuenlabrada (Madrid) Francisco Javier García El Javi confirma la alternativa. Alternará con el murciano Antonio Mondéjar y el zamorano Román Lucero.Los toros de Moreno Silva, quien lleva también la ganadería de herederos de Alonso Moreno, que perteneció a su padre hasta su fallecimiento en 1988, llevaban tres años sin lidiarse en Las Ventas, "debido a que era difícil sacar una corrida completa con el trapío de Madrid, la plaza en la que más me gusta lidiar porque su afición es la que más sabe valorar a los toros, y no en vano yo los crío pensando en el público y nunca en los toreros".

Con este planteamiento y la fama de duros que tienen sus toros, "no siempre justa porque sería mejor el calificativo de encastados", este ganadero-rejoneador no se extraña de que las figuras no quieran ni verlos: "Ya cambiarán, porque para mí la auténtica figura es el público, que últimamente se está cansando del toro light que no se mueve, y cada vez se inclina más por el toro-toro, que es el único que garantiza espectáculo".

El Javi, de 27 años, que tomó la alternativa en Fuenlabrada hace cuatro años, refrenda esta opinión, aunque añade: "Yo estoy harto de matar corridas duras, pero tampoco me importaría un caramelito de Jandilla o Juan Pedro para demostrar que además de pelearme con lo duro soy un torero artista".

El Javi comparte su profesión taurina con la de camarero en el bar que regenta su familia. Una razón más, explica, para cumplir su mayor sueño, el de triunfar como sea en Las Ventas "para salir del círculo vicioso de que no toreas porque ni pones dinero ni te ponen en los carteles".

A Mondéjar, otro clásico de las corridas duras, lo que más le molesta es que lleven ya dos campañas que no cuentan con él en la feria de Murcia, su tierra, donde ha triunfado repetidas veces con los miuras. "La fiesta es así de injusta", señala, "pero al menos aquí en Madrid te repiten, lo que siempre es un aliciente".