Doce años de obstrucciones
Bettino Craxi no restituyó nunca los 800 millones largos de pesetas que el Ambrosiano le colocó en la célebre cuenta protección de la Unión de Bancos Suizos (UBS), en Lugano, y que, en parte, "utilizó para fines personales", según sostiene el fiscal de Milán. La mayor petición de condena para el ex líder socialista se explica por este hecho y porque "durante 12 años ha intentado de todos los modos posibles dificultar las investigaciones".Las primeras noticias sobre la cuenta protección datan de 1981, pero hasta 1993, aprovechando el impulso de la investigación Manos Limpias, los jueces no lograron aclarar quién era el verdadero destinatario del dinero.
"Por una financiación política de hace 14 años, prescrita y amnistiada, me encuentro ante una acusación absurda" dijo ayer Craxi desde su exilio de Túnez, a la vez que aseguraba que "una corriente golpista" amenaza a Italia.
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