Los padres españoles son los que deciden las carreras universitarias de sus hijos
Los estudiantes piden ser orientados desde primero de BUP para elegir estudios
Al final, pesa la influencia de los padres. Son ellos los que deciden directa o indirectamente la carrera de sus hijos. La madre frustrada que no pudo hacer medicina estimula a su hija hacia el quirófano. Y el padre fracasado que aspiró a ser ingeniero dirige al chico hacia las tecnologías. Entretanto, en las aulas, los jóvenes reclaman que la orientación universitaria se dé desde las primeras clases del bachillerato y de manera continuada. Así han contestado los alumnos de BUP y primero de carrera a dos estudios realizados por las universidades de Valencia y Jaume I de Castellón.
Los estudiantes están desorientados y son sus padres los que acaban llevándose el gato al agua, confirma el estudio valenciano, realizado entre 700 alumnos. La segunda influencia les viene de los servicios de orientación universitarios. Los profesores y tutores apenas si convencen al 4% de los chavales, según la encuesta de la Universidad Jaume I de Castellón entre 460 alumnos de primer curso, que refuerza los resultados de la de Valencia cuando resuelve que el 92% se siente influenciado por "la tradición farniliar", más de la mitad de éstos por "consejo directo de los padres" y el 45% por influencia de los servicios de orientación.
Salida equivocada
"¿Para qué sirvo yo?", se preguntan los estudiantes de bachillerato que tienen que optar desde segundo de BUP entre las ciencias y las letras, y en tercero, por las asignaturas optativas en función del COU y de la carrera universitaria que vayan a cursar. Es toda una decisión y, sin embargo, falta orientación. La pregunta se repite superada la selectividad, y algunos llegan a la universidad sin saber por qué puerta entrar o eligiendo la salida equivocada."Todos sirven para muchas cosas", contesta Francisco Rivas, catedrático de Psicología de la Educación de la Universidad de Valencia. "El error está en hablar de vocaciones en plan subjetivo y literario, y no de tendencias vocacionales, aplicando sondeos profundos desde el principio del bachillerato, en lugar de conferencias improvisadas a lo largo del COU, donde la cosa ya no tiene remedio, porque han elegido optativas que les marcan su destino antes de llegar a la universidad", afirma Rivas, uno de los autores del estudio SAV-90 (Sistema de Asesoramiento Vocacional 90, de la Universidad de Valencia), que obtuvo el Premio Nacional de Investigación. SAV-90 pretende sondear las opiniones y orientar a los alumnos según van respondiendo a los cuestionarios, durante tres años.
Tantos factores de orientación que, finalmente, acaban en resultados tales como que sólo el 54% de los alumnos de la Jaume I puede cursar lo que eligió en primera opción, ya que el resto no consigue la media exigida en selectividad.
Después de haberse sometido a la encuesta SAV-90, los jóvenes afirman que lo primero y más importante es tener información y orientación desde el principio del bachillerato, respuesta que apoya Francisco Rivas: "Que desde primero de BUP", dice, "los profesores no se limiten a enseñar la materia, sino a explicar para qué sirve y hacia qué carrera y en qué forma puede ir dirigida. Los estudiantes de secundaria no tienen por qué aguantar la paliza de los psicólogos y pedagogos; con un trabajo adecuado durante varios años pueden decantarse fácilmente. La escuela debería comprometerse con el proyecto de los individuos".
El SAV-90 -presentado en el XV Congreso Internacional de Recursos Humanos, Orientación y Mercado Laboral, celebrado recientemente en la sede de la UNED de Madrid es un intento de orientar desde el bachillerato, más que de sacar conclusiones sobre las influencias externas. Comenzó con sus encuestas en 1989 entre 700 jóvenes de segundo y tercero de BUP y mantuvo el seguimiento durante cinco años. Al final, el 80% había cursado la carrera elegida a partir de la orientación transmitida.
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