Policías israelíes y españoles investigan el atentado antijudío de Buenos Aires
Los gritos de dolor junto a los escombros de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires se mezclaban ayer con los rumores sobre la autoría del sangriento atentado, que ha costado y 30 vidas, aun que se teme por la suerte de entre sesenta y setenta personas sepultadas bajo los escombros del edificio, de siete plantas. Policías israelíes y españoles se sumaron a la investigación mientras las autoridades anunciaban la detención de dos árabes, un marroquí y un iraquí. Desde Israel, el propio primer ministro, Isaac Rabin, atribuía la acción a lo que llamó el "factor islámico", en referencia a Yihad Islámica, Hezbolá y Hamás.
Los afectados no daban mayor crédito a las especulaciones.
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