La Guardia Civil desalojará a los acampados en la presa de San Juan
José Luís García, alcalde socialista de San Martín de Valdeiglesias (5.580 habitantes), necesita refuerzos para luchar contra los centenares de tiendas de campaña que inundan su término municipal. El pasado fin de semana, cumpliendo la ley, ordenó el desalojo de las 300 personas que acampaban ilegalmente en la finca municipal El Muro, adyacente al embalse de San Juan. Estos terrenos carecen de servicios higiénicos-sanitarios suficientes para acoger a los acampados.
Durante los pasados días, la empresa de seguridad que vigila los terrenos por orden del Ayuntamiento no sólo no impedía que los visitantes levantasen sus tiendas de campaña en la zona, sino que incluso cobraba a los acampados 300 pesetas diarias.
Pero lo que parecía el fin de un problema (la acampada libres ilegal y estaba arruinando al único camping legal de la zona) se ha convertido en una pesadilla para el regidor. Los desalojados han plantado sus tiendas a lo largo de todas las fincas circundantes al embalse. El alcalde, que sólo cuenta con ocho policías municipales y cinco guardas jurados para cubrir 11.500 hectáreas de término, de las que más de 4.000 son terrenos de monte y bosque, ha pedido al delegado del Gobierno, Arsenio Lope Huerta, que aumente el número de guardias civiles en la zona, La Delegación confirmó ayer que reforzará la vigilancia en estos terrenos.
48 horas
El pasado fin de semana se registraron, incluso, enfrentamientos verbales entre una patrulla de la Guardia Civil y los acampados, que se negaban a levantar sus tiendas. Se les dio un plazo máximo de 48 horas, que finalizó ayer.Sin embargo, sólo una parte de los acampados ha decidido marcharse, pero no muy lejos... Se han asentado principalmente en las cercanas fincas de La Virgen de la Nueva (en la orilla este el embalse) y en la llamada Ancha del Yelmo, en la zona oeste del embalse y dentro del término municipal de Pelayos de la Presa (1.010 habitantes).
José Luis García considera que el peligro de incendio en esas zonas es todavia mayor que en los terrenos municipales que los visitantes han abandonado por orden suya: "Los acampados se han instalado en zonas con mayor valor ecológico. En la Ancha del Yelmo, por ejemplo, hay incluso águilas reales. Ahora nadie les vigila. Este Ayuntamiento carece de medios suficientes para controlarlos. He pedido a la Delegación del Gobierno que aumente el número de dotaciones de la Guardia Civil en la zona para acabar con esta situación definitivamente", recalca.
Mientras tanto, el único cámping legal de la zona, La Enfermería, ha bajado sus precios en un 25% para atraer a los huidos. Sin embargo, ayer sólo llegaron hasta la taquilla cinco nuevos clientes.
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