Respuesta de Carlos Andrés Pérez
He leído con gran sorpresa el editorial de EL PAÍS del pasado 29 de junio acerca de la triste situación de Venezuela y las medidas tomadas por el Gobierno del presidente Caldera. En dicho texto hay todo tipo de apreciaciones subjetivas que, en mi opinión, no son correctas. El editorial también contiene afirmaciones basadas en hechos que son completamente falsos.Muchas veces he visto en su diario, porque soy asiduo lector por su gran calidad y riqueza informativa, noticias de Venezuela en las cuales se maltrata mi reputación. Las he atribuido, como es inevitable, a los reflejos de la despiadada campaña contra mí acá en Venezuela. Pero su editorial me obliga a esta respuesta que le estimaré la recoja en las columnas de su diario.
"El desenfreno del gasto público en el Gobierno de Carlos Andrés Pérez" que denuncia el editorial nunca existió. De hecho, las políticas económicas de mi Gobierno redujeron drásticamente un déficit fiscal que de no haber sido enfrentado habría llevado al país a la hiperinflación. Durante mi mandato, la austeridad en el gasto público fue sólo superada por la miopía de un Congreso que nunca autorizó la reforma impositiva que mi Gobierno le planteó y que el país desesperadamente necesitaba. A pesar de esto, la austeridad fiscal permitió que, en los años que goberné a Venezuela, el déficit fiscal nunca excedió el 3% del ingreso interno bruto. En contraste, en sólo cuatro meses las políticas económicas del doctor Caldera han generado un déficit fiscal que el Fondo Monetario Internacional estima en el 17% del producto interno del país.
Un monto importante de este déficit fiscal es producto del auxilio financiero a bancos privados. El costoso colapso del sector financiero se debió a la falta de un marco legal adecuado y a la inestabilidad económica del país. En 1990 mi Gobierno introdujo ante el Congreso nuevas le yes que fortalecerían el control y la regulación estatal del sector financiero, aumentarían la competencia y obligarían a aumentar el capital en ese sector. Una vez más, el Congreso no aprobó estas reformas. Sin embargo, ni siquiera el sector financiero más sólido y mejor regulado hubiese podido salir incólume de la inestabilidad económica producida por las acciones y omisiones del Gobierno del doctor Caldera. La combinación de ambigüedad, falta de decisión y errores del actual Gobierno crearon tal incertidumbre y desconfianza que transformaron una difícil situación en la mayor debacle económica de Venezuela en este siglo.
El Gobierno de Caldera tuvo el privilegio de que, en cuanto yo fui sacado de la presidencia de la República, el Congreso inmediatamente permitió la aprobación de las leyes para las reformas tributarias y financieras que fueron introducidas en mi Administración desde finales de 1989. Además, el Congreso le otorgó a la Administración del presidente Caldera poderes extraordinarios para gobernar por decreto y sin intromisiones del Poder Legislativo. Lamentablemene, en vez de utilizar esta autoridad para tomar las decisiones necesarias para estabilizar la economía, el Gobierno las utilizó para volver al pasado. Las políticas de controles impuestas por el Gobierno actual ya han sido probadas en Venezuela y otros países, incluso en mi primer Gobierno. Su resultado no ha sido ni será otro que la inestabilidad económica, el empobrecimiento y la corrupción.. El editorial señala que "la respuesta de Caldera intenta/ plantearse como un nuevo y doloroso comienzo". Tiene razón a medias. Sus políticas económicas serán dolorosas. Pero ni son nuevas, ni serán un comienzo.
Finalmente, su editorial también afirma que "Carlos Andrés Pérez se halla en la cárcel por corrupto... ". No. Yo me hallo en la cárcel como consecuencia de la más perversa y aberrante manipulación de la justicia, que ha hecho una imponderable coalición de los privilegios que se vieron afectados por las reformas que se adoptaron en mi Gobierno y de los enemigos políticos que he acumulado en más de cincuenta años de luchas en favor de la democracia en mi país y en América Latina. Quien tenga dudas de esto sólo debe leer el expediente que contiene las "evidencias" en las que se basa el juicio en mi
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contra y por el cual, antes de ser declarado culpable, fui sacado de la presidencia de la República y sometido a todo tipo de abusos y vejaciones. Este expediente o sentencia, con el auto de detención que me trajo a la cárcel desde donde le escribo, se lo remito completo ahora que dejó de ser secreto sumarial, para que usted pueda comprobar lo que le afirmo - Carlos Andrés Pérez. Venezuela.
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