_
_
_
_

"Le canto a la pobreza de mi pueblo"

La incesante búsqueda de nuevas sonoridades a la que, en los últimos años, parece abocado el negocio del espectáculo internacional ha provocado, además de fusiones y mestizajes culturales, el encuentro con folclores de los lugares más recónditos del planeta. Así, de repente, una isla olvidada en los mapas como Cabo Verde se ha puesto de moda y su música callejera, la morna, sé ha convertí do en un éxito en muchos países.A España la oleada de la morna llegó hace poco más de un año de la mano de su más importante creadora: Cesária Évora. Ahora regresa por todo lo alto para realizar una serie de actuaciones por España, ecuador de una larga gira, la segunda de su ya medio siglo de profesión, que ha recorrido diversos países de África, América Latina y Brasil.

Sorprendida

"Allí donde voy la gente me recíbe con alegría, mi música es siempre un éxito", explica una aún sorprendida Cesária Evora. En poco más de un par de años, ha pasado de recorrer las tabernas de su isla cantando hasta altas horas de la madrugada por un vaso de ron y un sueldo ínfimo, a convertirse en una estrella internacional."La suerte cayó sobre mí y estoy contenta", dice. "Mi éxito es simplemente fruto de la casualidad: alguien me vio cantar, le gusté y decidió promocionarme en Francia, un país en el que se tiene mucho respeto por todas las músicas que vienen del exterior. Después ha sido una sorpresa tras otra". La última de esas sorpresas ha sido el fichaje de la diva caboverdiana por una multinacional discográfica.

La morna es una música difícil de describir, en la que se entremezclan los ritmos de las cercanas costas africanas con la tristeza del fado que llegó a la isla con la colonización portuguesa. El resultado es una melodía suave, ondulante y pegajosa, pero siempre con un sabor melancólico y amargo. "Todo el mundo quiere saber de donde viene la morna pero yo sólo sé que siempre ha estado ahí; la canto desde que era niña y nunca me había preocupado el saber de dónde venía. Comparan la morna con el fado y con el blues pero yo lo único que sé es que la música caboverdiana es una cosa muy mezclada, con muchas influencias", afirma Evora. "La morna es triste porque en Cabo Verde hay mucha miseria y la música representa el sentir del pueblo. Yo le canto a la pobreza de mi pueblo. De todas formas no hay que ver sólo el lado dramático de la música, también se expresan alegrías y se cuentan historias".

Cesária Évora canta en criollo caboverdiano, una mezcla de portugués con dialectos africanos, pero no le preocupa que su público no llegue a comprender sus palabras. "Siempre se establece una gran comunicación por encima del estricto significado de las letras" comenta. "Cuando canto, una parte del público está sentada, otros bailan, otros cantan y eso me gusta: que cada uno lo sienta a su manera".

La sencillez y la naturalidad de Cesária Évora vuelve ahora a España. La diva de los pies descalzos (siempre canta sin zapatos) presentará los temas de su inminente disco y una selección de sus temas anteriores -especialmente los contenidos en Miss Perfumado, su disco de mayor éxito-, con acompañamiento de guitarras, cavaquinho (mandolina de cuatro cuerdas) y piano.

Cesária Évora actúa hoy en Córdoba (Gran Teatro), el día 14 en Barcelona (Palau de la Música), el 15 en Sallent de Gállego, Huesca (Pantano de Lanuza), el 16 en Madrid (Muralla Árabe), el 18 en Salamanca (Colegio Mayor Fonseca) y el 20 en Cartagena (Nuevo Teatro Circo).

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_