Un muerto y un herido grave en el primer encierro de Pasajes
Los novillos del festejo no llevan los cuernos embolados
Una persona muerta, otra herida grave y ocho más leves fue el resultado del primer encierro de novillos que se celebró ayer en la localidad de Pasajes Antxo (Guipúzcoa). Manuel Antonio Urra Aranguren, de 44 años, vecino de esa localidad, falleció en la Residencia, Nuestra Señora de Aránzazu a consecuencia de las heridas sufridas al ser embestido por un novillo durante el encierro que se celebra en ese municipio en las fiestas de san Fermín.
Antonio Urra participaba en el tradicional encierro que con motivo de las fiestas de San Fermín se celebra en Pasajes, cuando uno de los novillos le alcanzó y le levantó por los aires. Fue al caer cuando Urra se golpeó con la cabeza contra el suelo lo que le produjo fractura de la bóveda craneal y traumatismo craneal.El herido fue trasladado a un centro sanitario, en una ambulancia de la DYA (Detente y Ayuda) de Guipúzcoa, donde falleció a los pocos minutos de ser ingresado por traumatismo craneoencefálico y muerte cerebral.
El suceso se produjo poco después de las siete horas y cinco minutos. Testigos de la cogida de Manolito, como era conocido popularmente en Pasajes, indicaron que varios corredores intentaron acercar el animal rezagado al grupo cuando sucedió el percance, en la calle Blas de Lezo, en la mitad del circuito que corren los astados, por las calles céntricas de la localidad guipuzcoana.
A pesar de que sus compañeros le advirtieron que no se pegase a la pared de la calle, Manuel Urra no pudo evitar escorarse hacia el lugar donde el novillo le cogió y le levantó por los aires.
Tras este primer incidente, otro novillo alcanzó a otro de los corredores ocasionándole heridas de gravedad. Juan Carlos Ezeiza Ezeiza, de 50 años, vecino de Pasajes, se encontraba corriendo el encierro cuando uno de los astados le embistió y le metió el pitón en una de las nalgas, produciéndole un desgarro.
El servicio sanitario que establece la DYA en Pasajes durante la celebración de los encierros atendió a lo largo del recorrido del mismo y después en la plaza de toros a ocho personas que presentaban golpes y contusiones en diferentes partes del cuerpo. Los novillos que participan. en el encierro de Pasajes pesan menos de 400 kilos y no llevan embolados en las astas. Hace un año, Imanol Carrera, otro vecino de esa localidad, falleció durante uno de los encierros cuando se disponía a salir de su casa. Su muerte se produjo por rotura de una arteria.
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