Un fiscal de Roma pide la detención del antiguo líder o socialista Craxi por prófugo

Francesco Misiani, fiscal de la Audiencia de Roma, pidió ayer que se ordene la detención del ex líder socialista italiano Bettino Craxi porque, según el magistrado, éste no se encuentra presuntamente enfermo en su villa de Hamamet, en Túnez, como afirman sus abogados, sino que simplemente ha huido de la justicia y no tiene ninguna intención de comparecer en los procesos que le esperan. El juez instructor del caso se pronunciará sobre la petición del fiscal el próximo día 18.

En esa fecha, concluirá la vista preliminar del juicio contra Craxi por la presunta percepción de una comisión ilegal de unos 1.000 millones de liras (unos 85 millones de pesetas) relacionada con la construcción del metro de Roma. El ex líder socialista ha sido acusado de los delitos de corrupción y financiación ¡legal de su partido debido a tal hecho.Los abogados de Craxi, que ya había sido declarado rebelde en el juicio preliminar por el importante caso Enimont, cuya vista oral se abre hoy en Milán, replicaron ayer al fiscal Misiani que no se puede sostener que su defendido se encuentre prófugo, ya que les notorio que reside en Hamamet.

El ex líder socialista ha fijado su domicilio en dicha localidad, donde durante los dos últimos meses ha sido visto y entrevistado telefónicamente por muchos periodistas, añaden los letrados.

Un periodista de la televisión estatal italiana localizó ayer por teléfono a Craxi en su domicilio tunecino. El ex líder socialista se limitó a repetir: "Hablen ustedes con mis abogados y con mis médicos. He añadido últimamente algunos doctores italianos al equipo tunedino". Y colgó el teléfono. Por la noche, el servicio de prensa de Bettino Craxi en Roma hizo público un ' comunicado en el que el ex líder socialista califica de "sin ningún fundamento" las acusaciones contra él.

Certificados

Craxi ha presentado ante la magistratura de Milán certificados médicos en . los que se afirma que sufre una fase aguda de la diabetes crónica, que padece desde hace años. El último certificado sostenía que al ex líder socialista se le había declarado casi una gangrena en una pierna.Pero el fiscal Misiani se apoya en los mismos certificados y en entrevistas de prensa, en las que Craxi y sus familiares evaden las preguntas sobre su posible retorno a Italia, para calificarle de prófugo.

El propio Craxi se ha expresado con gran ambigüedad en relación a su eventual regreso. Ayer, Craxi evitó responder a la pregunta de si volverá o no a Italia que el periodista de la televisión estatal le formuló repetidas veces por teléfono.

Misiani es el primer magistrado que pide la detención de Craxi, dando un paso que nadie había osado hasta ahora, entre otras razones porque no parece fácil que el Gobierno de Túnez conceda la extradicción del procesado. El fiscal romano afirma que si se tratara de un camello de heroína la orden de búsqueda y captura habría sido dictada hace tiempo.

El proceso del que se ocupa Misiani es un caso menor con respecto al juicio sobre Enimont, que hoy comienza en Milán y en el que Craxi hubiera debido comparecer como acusado junto con la flor y nata de la política italiana de las últimas décadas, como los secretarios generales de todos los partidos políticos cesados durante la investigación denominada Manos Limpias, y a los más destacados ex dirigentes del grupo Ferruzzi-Montedison.

Umberto Bossi, Arnaldo Forlani, Giorgio La Malfa, Renato Altissimo, Paolo Cirino Pomicino, Claudio Martelli, Gianni De Michelis, Carlo Sama y Giuseppe Garofano son algunos de los 32 procesados con Craxi como perceptores de la mayor comisión ilegal detectada en Italia por un importe de unos 160.000 millones de liras (unos 14.000 millones de pesetas) que, en su mayoría, fueron a paradero desaparecido.