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Renovadores y guerristas reanudan la lucha por el poder en el PSOE

Anabel Díez

ANABEL DÍEZ La tregua entre los distintos sectores del PSOE termina hoy. En la reunión de la ejecutiva federal del partido, los renovadores quieren consagrar la mayoría que obtuvieron en el 33o congreso, celebrado el pasado mes de marzo, haciéndose con el control del aparato. Los guerristas pretenden rebajar las apetencias de los primeros intentando conservar parcelas de poder significativas. En las competencias del secretario de organización, Ciprià Ciscar, y del responsable de relaciones políticas, Txiki Benegas, está el meollo de la discusión.

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El soporte para el debate lo constituye un documento que contiene el reglamento interno de funcionamiento del órgano de dirección del PSOE, elaborado principalmente por Ciscar, que será hoy enmendado por la ejecutiva y el próximo día 22 por el comité federal.No es casualidad que este documento sobre reparto de competencias y asignación de tareas a los distintos miembros de la ejecutiva federal no haya visto la luz hasta tres meses después de la celebración del congreso, en el que finalmente hubo consenso, aunque la mayoría triunfante fue de signo renovador.

La necesidad imperiosa de cortar la pelea ante la inminencia de las elecciones europeas hizo que se estableciera una tregua que Felipe González demandó casi en tono suplicante. Todos sabían que el reparto de funciones iba a resultar conflictivo, por lo que se ha decidido dejarlo para las vísperas de las vacaciones de verano.

El poder que concentre Ciprià Ciscar frente al que tiene Txiki Benegas es clave para los renovadores. Ciscar cuenta con la ventaja de que la secretaría de organización tiene, dentro del organigrama de poder del PSOE, una importancia fundamental, que adquirió a lo largo de los años con Benegas. Las relaciones políticas se han excluido de esa área, que ha pasado a depender de Benegas.

El problema está en que en esa organización se quiere establecer un instrumento de coordinación de todas las secretarías que también tocaría a la de su anterior inquilino. No parece que Benegas vaya a aceptarlo sin discusión.

Otro de los problemas será definir quién lleva los asuntos de la desaparecida secretaría de asuntos económicos y sindicales, que dependieron durante años de Francisco Fernández Marugán. Los guerristas pretenden que vuelva a recuperar esa parcela, en tanto que los renovadores defienden que, en la práctica, lo debe llevar Joaquín Almunia, titular de la secretaría de estudios y programas y presidente del Grupo Parlamentario Socialista.

Los renovadores acuden fuertes hoy a esta reunión, dispuestos a que se haga realidad el resultado del congreso federal. "Se tratra de que quede claro quién representa al 70% y quién al 30%", señala un renovador de la ejecutiva. "Se trata de hacer reales los resultados del congreso federal", explica. La portavocía, es decir, la cara del PSOE ante la opinión pública, será objeto de discusión y cada cual defenderá sus argumentos.

Los guerristas recuerdan que el secretario general, Felipe González, al terminar el congreso, afirmó que no tenía por qué haber un único portavoz, sino que podría haber varios según los asuntos que se trataran.

Lo cierto es que esta parcela ha dependido tradicionalmente de la secretaría de organización, y, hasta ahora, Ciscar ha sido el encargado de transmitir los mensajes del PSOE. No menos cierto es que Benegas, al ser el encargado de las relaciones políticas e institucionales, que abarca desde el diálogo con municipios y autonomías hasta con los partidos de la oposición, sigue siendo en la práctica otro de los portavoces del PSOE.

Durante la campaña electoral, tanto Ciscar como Benegas han aparecido juntos. El primero, por ser responsable del comité de estrategia electoral, y el segundo, por ser el coordinador de la campaña. En algunos momentos ha sido notoria cierta pugna por hacerse con la palabra.

El conflicto que sigue viviendo la organización en Andalucía será otro de los asuntos que la ejecutiva tratará hoy si los renovadores siguen con su idea de impugnar los congresos de Málaga y Granada, que quedaron en manos de los guerristas con la autoexclusión de los renovadores. El intento de la ejecutiva federal de que se suspendieran hasta septiembre resultó inútil, y la fractura provincial se consumó.

Ibarra recuerda

El presidente de Extremadura y miembro de la ejecutiva, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, recordará hoy loa que ya mencionó en la anterior reunión sin tener respuesta. El político extremeño quiere recuperar para Francisco Fernández Marugán unas competencias que se cayeron del papel en el que guerristas y renovadores escribieron las competencias de cada cual en el congreso de marzo.En el traslado del despacho al salón de plenos, Marugán se quedó sin los asuntos económicos y sindicales. Sólo figuraban las finanzas. Ibarra dice que lo pactó personalmente y quiere que se vuelva a lo escrito, al tiempo que se pregunta quien lo borró.

Los unos por los otros, el PSOE ya no es interlocutor en los conflictos industriales y sindicales, como lo era antes, aunque fuera en secreto.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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