El director del FBI viaja a Moscú para coordinar la lucha contra el crimen

Al director del FBI, Louis J. Freeh, se le esperaba ayer en Moscú, tras un maratoniano viaje por varios países de Europa del Este y repúblicas ex soviéticas en búsqueda de una mejor coordinación con las fuerzas de seguridad de Rusia que permita atajar la penetración de las mafias rusas en Estados Unidos. Freeh, que considera prioritaria la lucha contra el terrorismo nuclear, es aguardado en Moscú como si se tratara de un nuevo superman capaz de rescatar al espacio ex soviético de las garras del crimen en plena expansión.La principal preocupación del alto funcionario, sin embargo, parece ser la seguridad nacional de su país, aparentemente amenazada por las 24 bandas delictivas rusas que, según datos del FBI, funcionan ya en territorio norteamericano. El lunes, Freeh inaugurará en Moscú una oficina del FBI.

En vísperas de su periplo europeo, Freeh dijo que la mafia rusa mantiene contactos con los carteles colombianos y la mafia siciliana. El FBI investiga 35 casos en los que mafiosos rusos están relacionados con el tráfico de drogas y el blanqueo de dinero.

Durante esta semana, las fuerzas de seguridad rusas comenzaron a poner en práctica el controvertido decreto del presidente Yeltsin para luchar contra la delincuencia. En virtud de esta disposición, se han realizado ya operaciones de dudoso éxito en distintas zonas del país.

Según el fiscal general en funciones, Alexie Iliushenko, en 1993 se registraron en Rusia un total de 30.000 asesinatos. En el mismo periodo, en Estados Unidos hubo un total de 24.500.