Todos los refugiados salen de la Embajada belga en Cuba

Los últimos 70 cubanos refugiados en la residencia del embajador belga en La Habana, Paul Vermeirsch, salieron a la calle después de ocupar durante más de un mes el recinto diplomático. Los refugiados abandonaron la residencia en varios grupos entre la noche del miércoles y la mañana del jueves, y mientras algunos fueron acompañados en coche por funcionarios belgas, otros se marcharon a pie sin ser molestados por la policía, según informaron testigos presenciales.La salida de los ocupantes de la residencia belga desatasca la crisis diplomática abierta el pasado 28 de mayo, cuando un grupo de 124 personas penetró en la casa de Vermeirsch, en el barrio de Miramar previo salto de la verja del jardín. Dos semanas después, 18 hombres y tres mujeres se lanzaron en un camión en marcha contra el garaje de la Embajada de Alemania, y ocho cubanos más se refugiaron un lía después en el Consulado Geieral de Chile.

"Estamos volviendo a la normalidad", manifestó una fuente oficial, que indicó que en la actualidad tan sólo 21 personas permanecen refugiadas en la Embajada alemana. El pasado 23 de junio todos los ocupantes del Consulado chileno salieron "incondicionalmente", al igual que los de la residencia del embajador belga.

La Cancillería cubana informó que ninguno de los refugiados sufriría ninguna represalia y que serán juzgados por haber entrado en el recinto diplomático, pero reiteró que estas garantías no comprenden los delitos cometidos antes o durante la ocupación.Las autoridades cubanas afirmaron, asimismo, que su política sobre este tipo de incidentes no variará y que nadie que haya entrado en una embajada "obtendrá autorización para salir del país, ni ahora ni después". "Ésta es una posición invariable y no cederemos bajo ningún concepto", manifestó el Gobierno cubano en un reciente comunicado.

Varios de los refugiados que salieron de la residencia belga en La Habana en días previos declararon que los funcionarios belgas les habían dado todos los teléfonos de las embajadas de la Unión Europea, así como una carta en la que se expresaba que las autoridades cubanas garantizaban que no tomarían represalias contra ellos. Los diplomáticos europeos indicaron a los refugiados que si tenían algún problema, debían llamarles sin falta para asegurar que no se violase o acordado.

Mientras tanto, la situación n la Embajada de Alemania puede tardar mucho más tiempo en resolverse. Las autoridades de a isla se han referido indirectamente a sus ocupantes y han dicho que "Ios malhechores que robaron un camión y causaron daños a, la propiedad estatal al proyectarlo contra la reja de la Embajada alemana, deberán responder a la justicia". Según La Habana, "exonerar a los delincuentes los estimularía a penetrar por las fuerza en las sedes diplomáticas".

Alernania ha dotado a los refugiado de tiendas de campaña y ha construido una letrina en el jardín de la Embajada, en lo que algunos observadores consideran que es un preparativo para una estancia larga.