Asunción evita explicar qué hizo con la carta de Roldán y alega que eran "notas irrelevantes"

Antoni Asunción, ex ministro del Interior, evitó ayer explicar al Congreso qué hizo con la carta que Luis Roldán le hizo llegar antes de su fuga y que supuestamente contenía graves imputaciones a los responsables del departamento sobre el uso de los fondos reservados. "Eran irrelevantes. Ninguna de las notas que me envió Roldán tenía trascendencia para ponerlas en conocimiento del fiscal. De lo contrario, lo hubiera hecho", se limitó a decir. Quedaron en el aire todas las preguntas que se le formularon; entre ellas, si el destinatario último de la misiva era Felipe González y si trituró la carta sin entregársela, como aseguró su sucesor en el cargo, Juan Alberto Belloch.

Asunción empezó aclarando que sólo comparecía ante la Comisión de Justicia e Interior "por cortesía parlamentaria", ya que no se sentía obligado al haber dimitido de su cargo. Igualmente, criticó a los grupos que pidieron su comparecencia (PP e IU) por "hacerle el juego" a un prófugo, "que debe estar encantado de que estemos aquí discutiendo de lo que él quiere".Sus argumentos fueron apoyados por los portavoces del PNV, Emilio Olabarría, y CiU, Joaquim Alemany, quienes lamentaron que su ausencia en la última reunión de la comisión permitiera prosperar la solicitud de comparecencia del ex ministro. Por el contrario, Federico Trillo (PP), Rosa Aguilar (IU) y Pilar Rahola (ERC) le instaron a decir toda la verdad sobre el caso, advirtiéndole que, en su opinión, estaba en una "situación muy delicada", pues podría haber incurrido en un delito al destruir documentos vitales para la investigación.

El magistrado Ventura Pérez Mariño realizó una contundente defensa de su compañero de escaño en el Grupo Socialista y acusó a los portavoces de la oposición de "volver a un sistema inquisitorial" e intentar que Asunción implicase a miembros del actual Gobierno, pues "al haber dimitido, ya no es útil como chivo expiatorio".

Antes de la comparecencia de Asunción, Trillo instó al fiscal general del Estado, Carlos Granados, a que investigue la supuesta destrucción de las cartas de Roldán, así como el presunto pago de sobresueldos en Interior con fondos reservados. Granados, que comparecía por vez primera en el Congreso, pasó por alto la primera petición. Respecto a los fondos reservados, indicó que su control corresponde al Parlamento y no a la fiscalía.

Lo que sí reclamó el fiscal del Estado fueron medios técnicos permanentes y eficaces para luchar contra la corrupción. Granados estimó necesario que la nueva fiscalía anticorrupción cuente con funcionarios de Policía Judicial, inspectores de Hacienda y del Banco de España, interventores del Estado, entre otros, "adscritos de modo permanente" porque, dijo, la fiscalía no puede estar "pidiendo favores" a otros órganos del Estado para cumplir su función.

El nuevo fiscal general del Estado, en una exposición inicial sobre las líneas de trabajo que piensa desarrollar, se definió como un fiscal que quiere actuar "a pie de obra" y aseguró que no se siente "mediatizado por nadie", ya que, en caso contrario, dijo, "me marcharía".El indulto de Amedo

Diego López Garrido (IU) abrió el turno de intervenciones de los grupos parlamentarios y pidió a Granados que sea "un fiscal del Estado y no del Gobierno como su antecesor". Se mostró en desacuerdo con la opinión de Granados sobre la validez del estatuto fiscal y le pidió que se oponga a cualquier intento de "encubrir un indulto de hecho para el comisario Amedo [condenado por su participación en la trama de los GAL] con su pase al tercer grado penitenciario". Granados replicó que el informe de la fiscalía sobre la petición de indulto de Amedo estará antes de agosto.

Olabarría sugirió a Granados que procure reforzar las competencias indagatorias del ministerio fiscal y que conduzcan a convertirle en un auténtico instructor de los procesos. Olabarría le pidió que dedique especialísima atención a todo el catálogo de delitos económicos.