Acuerdo político sobre el modelo policial
El Gobierno y la Generalitat tienen ya totalmente pactado el nuevo modelo policial catalán. El Cuerpo Nacional de Policía será adscrito funcional pero no orgánicamente al Gobierno autónomo, mientras que es intocable que la Guardia Civil continúe dependiendo de la Administración central.Fuentes del Gobierno catalán confirmaron ayer que el acuerdo es total. Fuentes socialistas catalanas cercanas a la negociación señalaron que esta cuestión recibirá luz verde mañana en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Autonómicos.
El acuerdo prevé la permanencia de la Guardia Civil en Cataluña y la progresiva sustitución de buena parte de sus efectivos por miembros de la policía autonómica a medida que se vayan convocando promociones de mossos (policías autonómicos).
Tras el acuerdo político se constituirá una comisión mixta en la que, entre otros, participarán el ex ministro Antoni Asunción y la consejera de Gobernación de la Generalitat, Maria Eugènia Cuenca. Esta comisión concretará los múltiples detalles del acuerdo.
Fuentes nacionalistas manifestaron ayer que el pacto ha sido posible al aceptar la Generalitat que no puede asumir el mando de la Guardia Civil, contra lo que pretendía. En cuanto a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, pasarán a depender funcionalmente de la consejera catalana de Gobernación.
Para la Generalitat, en la medida que ni este acuerdo ni los trabajos de la comisión mixta vulneran el Estatuto de Autonomía ni modifican la Ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado u otras, "no tiene sentido que el Partido Popular reclame su presencia en la negociación". "Se trata de un desarrollo normal de la legislación vigente, cosa que se hace entre el Gobierno central y el de la comunidad autónoma".
Este acuerdo permitirá cerrar en el Parlamento catalán el debate sobre la nueva ley de la Policía Autonómica, que otorgará a los mossos la condición de policía judicial. Este proyecto de ley, que cuenta con el acuerdo casi total de CiU y el PSC, limita las funciones de la Junta de Seguridad, tradicionalmente bloqueada por divergencias políticas.
El proyecto no estipula el modo en que la policía pasará a depender de la Generalitat ni el plazo en que deben desplegarse los mossos. Estos aspectos serán negociados después.
El proyecto deja la puerta abierta a la integración en los Mossos d'Esquadra de los guardias civiles y policías que deseen hacerlo.
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