La visita de Don Juan
VII Festival MozartDon Giovanni, ópera de Da Ponte y Mozart. Director musical: E. Colomer. Director escénico: G. Tambascio, sobre Peter Hall.
Teatro Albéniz, Madrid, 12 y 14 de junio.
Es difícil imaginar un Festival Mozart sin la visita de Don Giovanni, nuestro burlador sevillano, según lo entendieron Da Ponte y Mozart. Pero no es menos difícil alcanzar, en ópera tan comprometida, unos niveles interpretativos suficientes para que Mozart no se enfade en el olimpo y nosotros no quedemos chasqueados en la calle de la Paz.
Niveles que, en esta ocasión, se han superado; si la producción, basada en la de Glyndebourne, 1977, dista mucho de ser espectacular y no sobrepasa lo aceptable, la versión musical fue buena, en general, y excelente en algunos casos.
La pareja del disoluto y doña Elvira constituyó una delicia en la voz y la inteligencia artística de dos valores jóvenes: la soprano Nancy Gustafson, que delineó su personaje con sutiles matices, y el barítono William Shimell, un Don Juan gallardo, irónico, cínico o dramático y tan valioso en todos los registros expresivos como en los musicales.
El juego español
De Christine Weidinger (doña Ana) y Keith Lewis (don Octavio), poco diremos, pues son nombres en circulación y bien contrastados, aun cuando el tenor no posea un timbre del mismo atractivo que su buen hacer y cantar. A tono con ellos, Alessandro Corbelli dio al tipo de Leporello el carácter necesario.
Tres españoles dieron gran juego a lo largo de la representación: Iñaki Fresán, un Masetto entre triste y divertido; la valenciana Silvia Tro, una Zerlina viva y graciosa, y Miguel Ángel Zapater, en el grave comendador.
Pero hubo más triunfos españoles, y el primero de todos fue el director musical: Edmon Colomer puso en orden toda la representación e hizo sonar la orquesta, que actúa bajo las siglas de la JONDE (Joven Orquesta Nacional de España), con belleza, flexibilidad, estilo y naturaleza dramatúrgica.
El Coro de la Comunidad, que pilota Miguel Groba, contribuyó a los resultados positivos de una representación acogida por todos con largos e insistentes aplausos.