Doble agobio

A estas alturas, dicen que aún se lo toman con humor, pero que según vaya llegando el momento, se irán poniendo más nerviosos. En vísperas de la prueba de selectividad, los estudiantes madrileños que se verán cara a cara con ella dicen que lo que están es "muy agobiados".José Luis, Ángeles, Elena, José Manuel y Ana Rosa tienen una media de edad de 18 años. Su caso es un tanto peculiar porque forman parte de los 21.000 estudiantes de toda España que se examinarán este mes de la nueva selectividad, a la que se accede tras cursar los dos años del bachillerato de la reforma educativa, que se está implantando anticipadamente.

Al agobio normal de la. prueba, ellos unen otro extra. Son los conejillos de indias de la nueva selectividad. Esta prueba se realiza este año por primera vez en las comunidades autónomas que no tienen transferidas las competencias de Educación. En Cataluña, sin embargo, esta modalidad de prueba se empezó a poner en práctica en el curso 1988 / 89.

Los miedos y preocupaciones de este grupo de chavales son un poco mayores, aunque muy similares a los de los 200.000 alumnos de COU que se enfrentarán a la prueba tradicional de la selectividad en junio. Los nervios ante la responsabilidad de tener que darlo todo en un sólo día, el temor a no saber organizar bien "todo el taco de apuntes acumulado sobre la mesa" y la presión familiar son sus principales fantasmas. Lo pintan negro

En cuanto al examen, Elena dice que lo ve muy negro "porque es así como se lo pinta todo el mundo". Le preocupa que los que corrijan las pruebas "sean justos porque se oyen muchos comentarios sobre lo mucho que puede cambiar una nota si corrige un examinador u otro".

A todos les gustaría que los exámenes de selectividad se eliminaran y, si no, que se hicieran en los propios centros. Están de acuerdo en que "esas grandes aulas y los profesores desconocidos intimidan a cualquiera".