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La hora del principe

"Un monstruoso forúnculo en el rostro de un buen amigo Era el 30 de mayo de 1984 y Carlos de Inglaterra expresaba así su opinión acerca del proyecto para la ampliación de la National Gallery londinense, diseñado por los arquitectos británicos Ahrends, Burton & Koralek. El impacto de sus declaraciones fue tal que el edificio finalmente inaugurado en 1991 fue construido por una famosa pareja norteamericana, Robert Venturi y Denise Scott Brown, cuya arquitectura gozaba de mayor predicamento entre los asesores del príncipe.No son pocos los miembros de la monarquía británica que han pasado a la historia por haber bajado al ruedo de la opinión pública para dar su visión personal del mundo. Recuérdense el Georgian London, entre 1714 y 1830, y el conjunto de Regent's Street, construido por John Nash con el patrocinio del regente, futuro Jorge IV.

Carlos de Inglaterra es, pues, un fiel seguidor de esta tradición británica. Pero este príncipe no se ha limitado a hacer declaraciones, sino que a actuado en varios campos. Así, hizo un programa de television que tuvo un enorme éxito de audiencia, publicó un libro titulado A vision of Britain: a personal view of architecture (1989) y apadrinó una escuela de verano en la que sus seguidores difundían su concepción de la arquitectura. Uno de éstos, el luxemburgués Leon Krier, llegó a trazar todo un plano urbanístico para la ampliación de Dorchester, una pintoresca ciudad de Comualles.

Los años noventa han traído el declive del movimiento posmoderno y de las posturas radicales sobre la imitación del clasicisrno eterno, pero también van a proporcionar a Carlos la posibilidad de aplicar sus teorías en su propia casa. Cuando se terminen en 1998 será interesante ver si las nuevas salas del palacio de Windsor han seguido exactamente las premisas del príncipe: todos los recursos tecnológicos del siglo XXI, pero ocultos tras las formas del siglo XIX.Jorge Sainz es arquitecto.

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