Israel lanza un devastador ataque aéreo contra el Hezbolá y manda refuerzos a la frontera con Lilbano

Israel despachó anoche tanques y piezas de artillería pesada hacia la frontera con Líbano para tratar de frenar represalias guerrilleras tras un devastador ataque aéreo contra una base del Hezbolá en el valle de la Bekaa que, según fuentes oficiales en Beirut, dejó un saldo de 45 muertos y por lo menos cien heridos. La movilización israelí comenzó poco antes de la medianoche, inmediatamente después de que guerrillero libaneses musulmanes desencadenaron cuatro andanadas de cohetes Katyusha contra el norte de Galilea, donde la población recibió órdenes de pasar la noche en refugios. No hubo informes de bajas israelíes.

El Gobierno del primer ministro Isaac Rabin desea claramente advertir que no tolerará ataques guerrilleros en su territorio. "Israel se está preparando para cualquier emergencia en el norte", declaró el jefe del Estado Mayor del Ejército, Ehud Barack, según fuentes militares. Rabin, por su parte, advirtió anoche que había exigido de Siria, a través de EstaJos Unidos, que ponga fin a las acciones del Hezbolá contra el territorio israelí.En medios políticos se deszartaba la inminencia de una operación de envergadura, pero la dimensión de la movilización sembró temores a una ,acción similar a la emprendida por el Estado judío en julio del año pasado, cuando la artillería israelí golpeó duramente el sur de Líbano durante una semana, causando centenares de muertos.

La abrupta escalada de tensiones en la frontera comenzó tras un devastador ataque aéreo israelí contra una base del más aguerrido movimiento guerrillero de Líbano. Helicópteros artillados apoyados por un escuadrón de cazabombarderos desencadenaron andanadas de cohetes contra un cam'po de entrenamiento del proirani Hezbolá (Partido de Dios) en la aldea de Ain Kaukab, en el valle de la Bekaa y cerca de la frontera con Siria.

El ataque, lanzado en las primeras horas de ayer, constituyó la más sangrienta operación aárea israelí en siete años y " furiosos juramentos de arranco "veloz e implacable" venganza. Horas después comenzaron a caer Katyushas sobre el pueblo iraelí de Nahariya y otras loca lidades fronterizas. Faris Bueiz, el ministro de Exteriores liba nés, acusó a Israel de tratar de torpedear "lo que queda del proceso de paz en Oriente Próximo".

Informes de la antigua ciudad libanesa de Baalbek dijeron que seis cazabombarderos y cuatro helicópteros artillados participaron en el ataque contra la base, donde se entrenaban cerea de 120 guerrilleros del Hezbolá. Según portavoces del movimiento, sólo perecieron 26) guerrilleros. El resto de las víctimas son civiles.

El ataque de ayer agudiza aun más las tensiones entre Líbano, Sirla e Israel en momentos en que el diálogo entre el Gobierno de Damasco y el de Rabin ha caído nuevamente en punto muerto. Para Beirut y los sirios, que mantienen cerca de 40.000 soldados en territorio libanés, la operación constituye un nuevo motivo de embarazo. Hace dos semanas, tropas aerotransportadas israelíes penetraron 80 kilómetros en territorio libanés para secuestrar a Mustafa Dirani, el jefe de una facción del Hezbolá, bajo las narices de las fuerzas libanesas y sirias. Al parecer, la operación de ayer estaba concebida para desarticular supuestos planes de represalia tras este secuestro. Dirani ha sido interrogado en una prisión Israelí a fin de esclarecer la suerte de Ron Arad, un aviador israelí capturado cuando su avión fu abatido en Sidón en 1987.