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El presidente balear Gabriel Cañellas concedió a un socio suyo y de su mujer la construcción y explotación de un túnel

El presidente del Gobierno autonómico balear y líder del Partido Popular (PP) en esta comunidad, Gabriel Cañellas, adjudicó en 1988 a su socio empresarial, el financiero Antonio Cuart Ripoll, la construcción y explotación del túnel de peaje de Sóller. Y ello, pese a que su oferta no era la mejor, en opinión de la comisión técnica que evaluó el concurso público.Cañellas y su esposa eran accionistas, al igual que Cuart, de Salinera Española cuando el Gobierno balear decidió adjudicar al empresario la obra y su explotación. Cañellas, su esposa, María Amparo Rotger, y Cuart fueron miembros del consejo de administración de Salinera y siguen relacionados con esta importante entidad industrial y patrimonial.

El túnel -de tres kilómetros- es la obra pública de gestión privada más ambiciosa de las proyectadas en Baleares y está previsto que su explotación genere unos ingresos de 48.370 millones durante los 28 años de concesión.

La perforación del túnel está paralizada por falta de financiación, cuando se han gastado cerca de 5.000 millones y se requieren más de 4.000 para concluir las obras. El Gobierno balear participa en la búsqueda de nuevos socios financieros y la oposición socialista reclama una comisión de investigación sobre el caso. "En el túnel no hay nada que investigar, lo único oscuro es su agujero", asegura Cañellas.

La relación empresarial de Cañellas y Cuart aparece en las actas públicas del Registro Mercantil: los dos ostentaron cargos ejecutivos en Salinera.

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