El municipio llena de pisos la estación del Norte para cobrar 7.000 millones
El Ayuntamiento de Madrid ha cogido el calzador y ha metido, en una zona donde estaban previstos 166.000 metros cuadrados de oficinas, casi el doble (244.000 metros cuadrados, en concreto) de viviendas. El municipio consiente que se levanten seis edificios de nueve plantas en el paseo de la Florida para poder cobrar una deuda de 7.000 millones de pesetas.. En total, la zona acogerá un nuevo barrio de 885 pisos a pie de vía.La sociedad morosa, Fonfir, adquirió hace dos años los terrenos a la empresa pública Pasillo Verde (formada por Renfe y el municipio), pero aún no los ha pagado y, según explicó al Ayuntamiento, no lo podría hacer si no se recalificaban los terrenos.
La operación urbanística significa, cree la oposición, macizar una zona de Madrid estratégicamente situada. El nuevo barrio de casi mil viviendas linda en todos sus puntos cardinales con zonas verdes: el parque del Oeste, el Campo del Moro, la Casa de Campo y el nuevo parque de la Bombilla, que el Pasillo Verde ha construido junto a la avenida de Valladolid. En la zona, además, se construye un paso subterráneo (en la cuesta de San Vicente) y una estación de intercambio entre metro, tren y autobús.
El trueque de oficinas a viviendas no ha sido caprichoso, aduce el concejal de Urbanismo, José Ignacio Echeverría: "Manda el mercado inmobiliario, y el de las oficinas se hundió hace tiempo, de manera que nadie es capaz de vender suelo terciario", afirma para justificar el invento del nuevo barrio.
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El PSOE se opone al cambio de uso del suelo de la estación porque no incluye viviendas baratas
Los terrenos, ocupados hasta hace un año por viejas naves de Renfe que fueron demolidas, se subastaron para levantar seis torres de oficinas. Los adquirió con tal fin la sociedad Fonfir (controlada mayoritariamente por Cofir -una empresa propiedad en un 43% de Carlo de Benedetti-, por el Banco Bilbao Vizcaya y por los Albertos a través, del banco Zaragozano). Fonfir aún adeuda el último plazo -7.000 millones de pesetas- de. aquella enajenación.La empresa solicitó al Ayuntamiento hace tres meses la tramitación de un cambio de uso de sus parcelas para destinarlas a viviendas a cambio de eliminar los locales de negocios. Tras una primera negativa, la gerencia municipal de Urbanismo aprobó el viernes la propuesta, que será ratificada en el pleno municipal de esta semana. Desaparece así la última gran manzana de oficinas que los urbanistas de 1989 dibujaron en el corredor Príncipe Pío-Delicias. El resto sucumbieron hace tiempo como consecuencia de la crisis inmobiliaria que se inició en 1992.
El grupo socialista se opone a esta modificación de usos porque de los seis bloques de nueve plantas no hay ninguno reserva do a viviendas baratas. "Al me: nos, la mitad de los 885 pisos que se van a construir en la zona tendrían que ser de protección oficial [entre 10 y 12 millones de pesetas de precio máximo]", exige el edil socialista José María de la Riva.
La sociedad Fonfir podrá construir 88.572 metros cuadrados de viviendas, mientras con el anterior proyecto tan sólo tenla capacidad para edificar 64.753 metros cuadrados de oficinas. Fonfir creará junto al nuevo barrio un aparcamiento en superficie de 2.160 metros cuadrados para servir a la multiestación de transportes que el Ministerio de Obras Públicas y la Comunidad de Madrid promueven en la actual estación de Príncipe Pío.
Los colegios, comercios, y equipamientos deportivos que necesita el nuevo barrio, donde vivirán 3.000 personas, "se cubren sobradamente con los existentes en la zona", según estima el gerente municipal de Urbanismo, Pedro Areitio. Para cumplir las normas urbanísticas sobre zonas verdes, Fonfir ha conseguido que Renfe les transmita 1.250 metros cuadrados de su propiedad para hacer un parque.
El edil de Urbanismo, José Ignacio Echeverría, cree que la Modificación aprobada dará respuesta a la necesidad de viviendas que tiene la ciudad y resolverá "un diseño equivocado del pasillo verde". Echeverría espera que Fonfir pague definitivamente los 7.000 millones de pesetas que adeuda y que el pasillo verde le requirió notarialmente hace más de un mes. El cobro de la deuda es fundamental para que funcione el organismo creado por Renfe y el Ayuntamiento, pues los presupuestos del consorcio urbanístico para este año se alimentan fundamentalmente del cobro de las deudas contraídas por distintas promotoras inmobiliarias que han comprado suelo público pero que aún no lo han pagado.
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