El presidente chileno propone reformar la Constitución para eliminar lazos autoritarios

El presidente chileno, el democristiano Eduardo Frei, propuso ayer reformar la Constitución para eliminar, algunas de las ataduras autoritarias, heredadas del régimen militar, y profundizar la democracia. El jefe del Estado habló durante casi dos horas ante el pleno del Congreso, reunido en Valparaíso, a 100 kilómetros de la capital.El mensaje, a 70 días de suceder en la presidencia a su correligionario Patricio Aylwin, más que un balance de tareas cumplidas, fue una carta de navegación, hasta el final del siglo, cuando culmina su mandato.

La ruta que trazó Frei elude la colisión directa con el poder militar, que aún conserva importantes enclaves en la democracia. "Aquí se habla de paz, con un lenguaje reconciliado, sin alusiones dolorosas para nadie", aseguró Frei.

Ante más de mil invitados, entre ellos el general Augusto Pinochet, Frei propuso eliminar los senadores designados por el Gobierno militar y cambiar el sistema de elección binominal de senadores y diputados por otro que garantice la igualdad del voto. Anunció, además, reformas para lograr la elección directa de los alcaldes.

"La composición del Senado debe originarse enteramente sobre la base de la soberanía popular", afirmó Frei. Esta reforma es la llave para cerrar una transición a la democracia que se inición con Aylwin en 1990. Los ocho senadores designados durante el Gobierno de Pinochet le permiten a la derecha bloquear en el Senado las reformas constitucionales democratizadoras.

A diferencia de Aylwin, Frei no se refirió entre estas enmiendas a la recuperación de la atribución presidencial de remover a los jefes de las Fuerzas Armadas. Por carecer de esta facultad, el Ejecutivo no pudo lograr que el jefe de Carabineros, el general Rodolfo Stange, dimitiera de su cargo, después que un juez lo acusara de obstaculizar la investigación de un triple homicidio cometido en la dictadura.

Stange, que puso al desnudo la debilidad del poder civil al negarse a dimitir, pese a la presión del Gobierno, fue uno de los ausentes en la ceremonia de ayer. Hace una semana, al finalizar el mes de vacaciones que pidió mientras la justicia investiga su caso, retornó a su institución, pero sin mando real ni participar en actos públicos, por un acuerdo con el Gobierno.