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Tribuna:LA POLÍTICA EXTERIOR DE ESTADOS UNIDOS
Tribuna
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Seis prioridades estratégicas

El secretario de Estado de Estados Unidosexpresa en este texto la voluntad de Washington de ser el líder de la economía y la política mundial y desarrolla las seis prioridades extratégicas de la política exterior del Gobierno de Clinton.

Nos enfrentamos en la actualidad a una tarea impresionante: diseñar una política exterior que se enfrente a los desafíos de un mundo para el que no existen pautas establecidas. Nuestro cometido. es mantener la seguridad y fomentar la prosperidad. Para defender nuestros intereses permanentes en medio de las crisis pasajeras inflamadas por la televisión y la radio, he definido seis prioridades estratégicas para la política exterior de EE UU, que son:- Reforzar la seguridad económica de Estados Unidos.

- Apoyar la reforma política y económica en Rusia y los demás -nuevos Estados independientes.

- Reforzar nuestros vínculos políticos, de seguridad y económicos con Europa.

- Profundizar nuestra implicación en Asía.,

- Promover la paz en Oriente Próximo.

- Convertir las cuestiones mundiales en algo central para la política exterior de EEUU.

Las cuestiones mundiales incluidas en la sexta prioridad abarcan la no proliferación de armas, el avance de la democracia y los derechos humanos, la protección del medio ambiente, los problemas de población, la lucha contra el terrorismo y las drogas.

La seguridad económica es la máxima prioridad de la Administración norteamericana, incluso a costa de una cierta ortodoxia en la política exterior. Sí EE UU no pone orden en su propia economía, su capacidad para convencer a otras naciones de que estimulen el crecimiento y abran los mercados se vería seriamente socavada. Al colaborar con el Congreso para poner en práctica un programa histórico de reducción del déficit, la Administración de EE UU envió un mensaje al mundo en su conjunto: EE UU vuelve a ser un líder creíble de la economía mundial.

Cuando el Congreso norteamericano aprobó el Tratado de Libre Comercio (TLC)para América del Norte, gracias a un esfuerzo del presidente en el que estaba en juego muchísimo, se crearon oportunidades para más y mejores empleos en EE UU a través del aumento de las exportaciones hacia México.

En el foro sobre Asia y el Pacífico, celebrado en -Seattle en el mes de noviembre noviembre pasado, Estados Unidos realizó un esfuerzo para expandir el comercio y la inversión y mejorar las economías de esa zona tan dinámica. Cuando EE UU contribúyó a concluir con éxito la Ronda Uruguay de las negociaciones del, GATT, se concluyó el acuerdo comercial de mayor alcance de la historia.

La segunda prioridad estratégica es apoyar la reforma que se está produciendo en la ex Unión Soviética, y especial Rusia y los demás nuevos Estados dependientes se hallan sumidos en el esfuerzo que o tiene precentes históricos. tán tratando de llevar a cabo tres transformaciones simultáneas: en primer lugar, parar del imperio el terror al imperio de la ley; en segundo lugar, asar de una economía planificaa a una economía de mercado; y en tercer lugar, pasar de un imperio único a un grupo de naciones independientes pacíficas.

Todos comprendemos -que las elecciones parlamentarías celebradas en Rusia en diciembre resucitaron los temores sobre el futuro de Rusia. Pero también vemos avances a pesar (le las preocupaciones. Vemos avances en la lucha contra la inflación y en el aumento de las privatizaciones todos sabemos ue Rusia no puede superar la herencia de la histórica soviética de un a para otro. No e puede hacer de forma instantánea. Hay que ser realistas.

La tercera de as prioridades estratégicas es reforzar nuestra asociación con Europa. En la cumbre de la OTAN celebrada enero, los aliados dieron el paso histórico de establecer la Asociación para la Paz, para transformar la OTAN y darle la posibilidad de extenderse hacia el Este., Esa asociación permitirá a los aliados tratar preocupaciones de seguridad comunes con los antiguos adversarios del Pacto de Varsovia. El fin de la guerra fría ha abierto la posibilidad de una Europa unida, apoyada en una OTAN creíble y en la fuerza del derecho internacional.

Me referiré brevemente a un tema que ha dominado gran parte de nuestra inquietud y preocupación durante el fin de semana: la guerra de Bosnia, que es la mayor tragedia humana en Europa desde que cayo el telón de acero.

Al centrarnos en Gorazde, puede que no nos hayamos dado cuenta de hasta qué punto ha contribuido el liderazgo de Estados Unidos en esa zona. Ha puesto en marcha el puente aéreo humanitario más prolongado de la historia. Ha enviado más de 10 millones de comidas al pueblo de Bosnia. Ha encabezado los esfuerzos internacionales para imponer sanciones a Serbia, uno de los pocos medios de presión que aún quedan. Ha ayudado a evitar la extensión del conflicto a Macedonia y Kosovo, lo que sigue constituyendo un compromiso muy firme de EE UU:, Se ha esforzado por crear un tribunal de crímenes de guerra para pedir cuentas a algunos de los responsables de las acciones que se han producido este fin de semana.

En una nueva ronda de diplomacia impulsada por Estados Unidos, que comenzó alrededor del pasado 1 de febrero, EE UU contribuyó a lograr un acuerdo entre los musulmanes bosnios y los croatas de Bosnia, acuerdo que puso fin a su enfrentamiento, alivió la situación de sus pueblos y -así lo esperamos- sentó las bases para un acuerdo más amplio. Los aviones de la OTAN han hecho cumplir el ultimátum que detuvo el bombardeo de Sarajevo. Afortunadamente, la situación de calma continúa en esa ciudad. Estados Unidos ha colaborado en la aplicación de la zona de exclusión aérea y ha derribado cuatro aviones serbios que la estaban violando.

La cuarta de las prioridades de la política exterior estadounidense se centra en la zona de Asia y el Pacífico, donde se encuentran las economías más dinámicas del mundo en la actualidad, lo que la convierte en una zona clave para las exportaciones y los empleos de EE UU. Estados Unidos está interesado en promover los valores democráticos en esa región, en la que, a pesar del avance de la democracia en muchos países, persisten regímenes de represión.

La. quinta prioridad es tratar de lograr una paz justa y global en Oriente Próximo a través de negociaciones directas entre los israelíes y las partes árabes. Israel y la OLP han concluido en la actualidad sus negociaciones para una retirada israelí de Gaza y Jericó y la transferencia de autoridad a los palestinos en esas dos zonas, y pronto también en toda Cisjordania. Creo firmemente que la mejor forma de proteger el proceso de paz en Oriente Próximo y aislar a los extremistas es avanzar, cambiar la realidad sobre el terreno.

La sexta prioridad, que me preocupa mucho, es convertir las cuestiones mundiales en algo central para la política exterior de EE UU. Para ello, se ha creado el cargo de subsecretario de Estado para Asuntos Mundiales.

Ninguna de las cuestiones mundiales es más urgente que la lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva. Desgraciadamente, los países reaccionarios tienen cada vez más posibilidades de disponer de armas de destrucción masiva. Estados Unidos quiere garantizar que los enfrentamientos no se agraven a causa de las armas de destrucción masiva.

Una de las naciones que más preocupa en este momento es, por supuesto, Corea del Norte. Nuestro objetivo siempre ha estado claro. La península de Corea debe estar libre de armas nucleares. Corea del Norte no debe amenazar a sus vecinos.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha conminado a Corea del Norte a cumplir sus compromisos de no proliferación. Si los norcoreanos permiten inspecciones internacionales de sus instalaciones nucleares y reanudan el diálogo con Corea del Sur para desnuclearizar la península, podremos avanzar hacia una solución diplomática que les haría entrar en la comunidad de naciones y daría oportunidades económicas a su pueblo. Pero si se niegan se enfrentarán a un mayor aislamiento y mayores dificultades para su pueblo, incluida la posibilidad de imponer sanciones.

El mundo cuenta con EE UU para responder a los grandes desafíos. Estados Unidos desempeña un importante papel en todo el mundo. Es impresionante, sorprendente y siempre una lección de humildad ver hasta qué punto el mundo se vuelve hacia EEUU en busca de liderazgo. Creo que es porque esta nación y sus principios fundadores ocupan un lugar muy especial en la imaginación del mundo en su conjunto. Si a eso se añade su poder imitar y económico y sus valores, su responsabilidad de liderazgo es absolutamente abrumadora. Nunca ha habido más motivos para que EE UU se involucre en los asuntos mundiales.

Warren Christopher es secretario de Estado de EEUU.

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