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IU veta el plan para tapar el 'agujero' de Tres Cantos, SA, porque rompe la ciudad

El futuro de Tres Cantos (19.000 habitantes) amenaza las buenas relaciones entre IU y el PSOE en la Comunidad de Madrid. Los socios de Joaquín Leguina no quieren los torreones de viviendas ni el hipermercado que han pintado los técnicos socialistas en el centro de la ciudad segregada de Colmenar Viejo. El grupo parlamentario de Izquierda Unida, que mantiene con sus 13 votos al Gobierno regional del PSOE, rechaza el nuevo corazón de Tres Cantos que proponen los colaboradores de Leguina. El plan que ayer explicó en la Asamblea de Madrid Oswaldo Román, presidente de la sociedad pública, pretende superar las dificultades financieras que atraviesa la empresa -debe 3.850 millones de pesetas, según los presupuestos regionales de este año- mediante la venta de 224.000 metros cuadrados de suelo para 1.200 viviendas (muchas distribuidas en tres torres de 13 plantas) y una gran manzana (centro de ocio y comercio) de 30.000 metros cuadrados. Pero hay un escollo: IU planea bloquear el proyecto en el Parlamento regional. El PP (47 diputados) también se opone al plan aprobado por el Consejo de Administración de Tres Cantos, SA, para tapar su agujero y conseguir los 2.950 millones suficientes.Leguina firmó hace un año un acuerdo con el alcalde tricantino, José Luis Rodríguez Eyre, por el que se comprometía a rematar la ciudad con la edificación de la casa consistorial, el centro cultural y el polideportivo cubierto. Un año después no hay un ladrillo puesto.

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"La Comunidad va a tapar su 'agujero'... y el de ozono", dicen los vecinos de Tres Cantos

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Tres Cantos, SA, tan sólo tiene dinero este año para pagar deudas (400 millones), abonar sueldos (90) y mantener sus instalaciones (135). Desde hace tres años, la principal fuente de financiación de la sociedad, la venta de suelo, se ha secado. La crisis económica ha golpeado la cuenta de resultados: en los últimos ejercicios no se ha registrado ni una sola enajenación de terrenos públicos. Todas las parcelas calificadas para oficinas, situadas en el centro de la ciudad, esperan comprador. Por ese motivo, Oswaldo Román ha decidido cambiar el uso terciario (servicios) por el residencial y sembrar de viviendas lo que, según el primer diseño, era un complejo de oficinas.

Manuel José Rodríguez, diputado del PP, rechazó esta propuesta y sugirió un plan alternativo para levantar los equipamientos que le faltan a Tres Cantos sin necesidad de cambiar los usos del suelo: "Recuperen los 1.000 millones que han prestado a otras empresas autonómicas, como Arpegio, y no harán falta más recalificaciones", propuso a Oswaldo Román. El presidente de Tres Cantos, SA, no recogió la sugerencia del parlamentario popular e insistió en la defensa de su plan de viabilidad.

"Ni un solo metro más"

Las plusvalías que Tres Cantos, SA, conseguiría por la venta del suelo superarían los 8.000 millones de pesetas. Pero IU tan sólo admite la enajenación de terrenos por valor de 2.950 millones, precio de los equipamientos municipales que debe construir la Comunidad de Madrid para rematar la ciudad. "Y ni un solo metro cuadrado más", recalca Adolfo Gilaberte, portavoz regional de urbanismo de la coalición.

El parlamentario de IU advirtió ayer al PSOE: "No vamos a_permitir que la mayor parte de las plusvalías obtenidas con el nuevo plan, que además perjudica la calidad de vida de los tricantinos y rompe la armonía de la ciudad, se dediquen a tapar el agujero ocasionado por una gestión catastrófica en la sociedad pública". El pasado mes de marzo fue destituido el gerente de Tres Cantos, SA, Luis Sierra, por "su incapacidad para dar un impulso a la gestión", según Román (veáse EL PAÍS de ayer). El presidente de Tres Cantos, SA, reclamó en la Asamblea de Madrid el apoyo de IU y PP a su plan de viabilidad para la sociedad pública, pero sólo encontró reparos.

Oswaldo Román aceptó finalmente la posibilidad de cambiar sus planes: "Hemos dado un mes de plazo para que los vecinos presenten sugerencias. Estamos abiertos a discutir el contenido del proyecto y a modificarlo si es preciso", declaró. Izquierda Unida, según Gilaberte, intentará eliminar las tres torres de 13 plantas y el hipermercado del proyecto urbanístico para el centro de la ciudad.

Pero en la localidad más joven de la región -creada en 1991 tras segregarse de Colmenar Viejo- los vecinos no parecen dispuestos a discutir lo "indiscutible": "Dicen que quieren tapar el agujero de Tres Cantos, SA, pero con esas plusvalías van a tapar hasta el agujero de la capa de ozono", sentencia irónicamente la presidenta de la Asociación de Vecinos de Tres Cantos, Isabel Calero. La portavoz vecinal comenta con tono amargo la actual situación de su municipio y cree que el proyecto inicial de esta ciudad puede quedar diluido por el afán "especulativo" de la Comunidad de Madrid. Empresarios y comerciantes también esperan novedades, preocupados sobre todo por la posible implantación de un hipermercado.

Los vecinos hacen números. "Calculamos que el cambio de uso acordado [224.000 metros cuadrados] generará 10.000 millones de pesetas de plusvalías, pero la Comunidad sólo va a invertir aquí 2.000 millones para construir la casa de cultura y el ayuntamiento", explica Calero. "Lo que hacen la Consejería de Política Territorial y Tres Cantos, SA [empresa de la Comunidad propietaria del suelo del municipio], es especulación", sostiene.

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