Ironías del destino

La libertad de Xavier Bassa coincidio ayer con los actos de celebración del 1500 aniversario de la Guardia Civil en Gerona. La parábola del destino afinó casi hasta en el horario. Un rato antes de que, el procesado atravesara el umbral de la prisión de Figueres se iniciaban los actos en honor del instituto armado. Pero ésta no fue la única ironía que rodeó el acontecimiento. El protocolo situó en la presidencia de los actos al vicepresidente segundo del Congreso, Josep López de Lerma, la misma persona que encabeza la comisión Roldán, encargada de investigar las actividades fraudulentas del prófugo ex director de la Guardia Civil Luis Roldán.El gobernador civil de Gerona, Pere Navarro, y los mandos del cuerpo no pudieron celebrar el día con la alegría que hubieran deseado. "Esperábamos llegar a esta fecha con la satisfacción de tener entre rejas a todos los secuestradores y resulta que todos están en la calle", lamentó Navarro el día anterior, cuando recibió la noticia de la libertad de Bassa.

La identificación, hace varias semanas, de una organización sospechosa le hizo albergar la esperanza de poder festejar el aniversario sacándose la espina del secuestro más largo de España y proporcionar de paso un balón de oxígeno a la minada moral de la Guardia Civil tras la escandalosa fuga de Roldán.

Los investigadores se han empleado a fondo, pero el miedo a que la detención de nuevos personajes se convierta en una repetición de lo ocurrido con Casals y Bassa les mantiene a la espera de una "prueba definitiva". Sin embargo, reconocien que, pasada la fase más "caliente" de la investigación, sólo "una carambola" permitiría ahora cerrar el caso.