Garzón: "González me ha utilizado como un muñeco"
El ex diputado atribuye la crispación social a la actitud pasiva del presidente contra la corrupción
Baltasar Garzón, ex secretario de Estado Plan Nacional sobre Drogas, confesó ayer haberse sentido traicionado por Felipe González, al que acusó de concebir sufichaje como un "ardid electoral". "Cuando hace un año decidí unirme como independiente a la lista electoral del PSOE, lo hice absolutamente . convencido de que podía contribuir a una labor de regeneración de la política española" explicó. "Quizá ése fue mi primer error. Muchos dijeron que se me estaba utilizando para dar una imagen: la de la lucha contra la corrupción. Y ahora, en gran medida,tengo que darles la razón", agregó. Garzón, que confirmó que también abandona su escaño de diputado, atacó duramente al Gobierno y reiteró su convicción de haber sido utilizado como "un muñeco".
Garzón, que regresará a la Audiencia Nacional, lamentó que González le hubiera utilizado al anunciar que le iba a dar la presidencia de una comisión para investigar la corrupción. Dijo que su "ambición" se había colmado con su cargo en la lucha contra la droga y que estuvo "cómodo" en Interior durante la etapa de Antoni Asunción."La proliferación de escándalos sobre corrupción y la actitud pasiva del presidente del Gobierno, con la consiguiente crispación de la sociedad, que yo entendía justificada, me hicieron plantearme la necesidad de dimitir y no ser partícipe, siquiera sea por omisión o silencio, de dicha situación" manifestó el que fuera número dos de Interior. Éste envió el 18 de abril una carta a González indicándole que si no se atacaba a fondo la corrupción -y no con "simples poses"-, dimitiría antes del 25 de abril.
El juez, de 38 años, exigió al presidente que el cambio de actitud que demandaba quedara patente en el debate del estado de la nación del 19 de abril. González le rogó que esperara a hablar con él después del debate, lo que se produjo el día 22 en La Moncloa. El jefe del Ejecutivo le pidió tiempo para adoptar medidas y su colaboración contra la corrupción. "Ni antes ni después hizo uso de ella ni me facilitó medios para1levarla a cabo", aseguró el juez.
En el debate del estado de la nación, Garzón se vio decepcionado en relación con la comisión del caso Filesa y tuvo un duro enfrentamiento con su grupo parlamentario y con el ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch. De la actuación de este último dijo que le queda "un sabor muy amargo y decepcionante, aunque, por otra parte, esperado".
Segunda carta a González
En una segunda carta enviada al jefe del Ejecutivo, fechada el día 25 de abril, el juez aceptó la petición de colaboración que le hizo éste. "Ese fue mi segundo error. Al dimitir después se ha querido, mezquina y malintencionadamente, interpretar que mi dimisión obedecía a otras razones".
Garzón se quejó de no haber sido consultado sobre la fusión de, Interior y Justicia, a la que se opuso cuando el pasado día 4 habló con González y éste le comentó "de pasada" este proyecto. "Pienso que algo tendría yo que opinar en esta cuestión" se quejó ayer antes de agregar: "Esta falta de consideración hacia lo que yo pudiese opinar y el hecho de que se prescindiese de mi en la lucha contra la corrupción, me hicieron ver que para nada se contaba conmigo, que había perdido la confianza del presidente para esa tarea y que éste no se fiaba de mí".
Especialmente dolido se mostró el ex diputado con las formas del nuevo ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, para prescindir de él desde el primer momento: "Ello precipitó mi dimisión y que ésta fuese cursada inmediatamente, ante la invitación evidente a hacerlo "No quedaba ninguna razón para aplazar una dimisión que había anunciado 20 días antes. Lo único que se pretendió fue ganar tiempo para encontrar una solución que acabara con mi presencia en el Gobierno", añadió.
El magistrado aseguró que no habría abandonado su escaño si sólo hubiera tenido un enfrentamiento con el ministro o "una decepción" por no obtener una cartera ministerial. "He dimitido porque creo que no tengo la confianza del presidente del Gobierno. Por eso no puedo desde mi escaño seguir apoyando al Gobierno o a su presidente, que ha preferido prescindir de rní", explicó.
Garzón expresó su confianza en que su relación con el Ejecutivo, desde su puesto de magistrado, sea "buena", y que el Gobierno colabore con él en la erradicación de la corrupción.
Gran parte de la intervención del ex secretario de Estado del Plan Nacional sobre Drogas estuvo dedicada a la corrupción, contra la que, según él, son necesarias "medidas firmes y quirúrgicas" que hasta ahora no ha percibido. Calificó de "coyunturales" las adoptadas por el Ejecutivo e insistió en que un solo caso de corrupción puede hacer caer a un Gobierno.
"Estoy convencido", declaró en otro momento, "de que se va a intentar luchar contra la corrupción. Pero no se quiere contar conmigo. En cuanto a las responsabilidades políticas, todavía están por venir algunas. Así debe ser. Por ejemplo, se me ocurre el cese del fiscal del Estado". Garzón, que intuye que puede, tener "ciertas dificultades a partir de hoy" para llevar adelante sus ideas, se mostró partidario del relevo de Eligio Hernández y de que a su sucesor se le proporcionen "mayores garantías de independencia".
Respuesta del Gobierno
Miguel Gil, secretario general del Portavoz del Gobierno, se mostró contrario a las afirmaciones del ex diputado respecto a que Felipe González, tiene una actitud pasiva frente a la corrupción. "El Gobierno viene actuando con determinación, con firmeza y con contundencia en la lucha contra la corrupción, y, además, apoyando esa determinación con hechos, decisiones y medidas prácticas" dijo.
En su comparecencia, Garzón se mostró partidario de crear unidades policiales especializadas contra la corrupción coordinadas por Interior. Según él, las medidas adoptadas por el Parlamento, "aunque abundantes" no sirven para atajar los casos que han proliferado, por lo que "deberían instaurarse procedimientos ágiles, pero de investigación".
Garzón relató que no ha recibido ninguna llamada del presidente, con el que trató de hablar el pasado jueves, pero no pudo hacerlo porque se le indicó. que estaba en una cena. Aunque explicó a uno de los asesores de González que tenía necesidad de contactar con éste urgentemente, "sobre todo por deferencia", no recibió ninguna respuesta.
El jefe del Ejecutivo no le ha pedido que reconsidere su decisión. El juez relató que Juan Alberto Belloch, momentos antes de su toma de posesión cono nuevo ministro de Justicia e Interior, le indicó que ya había hablado con González y le exigió que se pronunciase sobre su dimisión de forma inmediata.
El ex delegado del Plan Nacional sobre Drogas calificó de "coliseo romano" el incidente en el que se vio envuelto recientemente en la plaza de toros de Valencia, donde fue abucheado por miles de jóvenes. "En ningún momento me sentí incómodo", aseguró antes de proseguir: "El que quiera que lo crea. y el que no, no. Hubo una mezcla de indignación y de que no querían ver allí a gente de corbata y chaqueta que fuera a hacer discursos políticos. Yo no iba a hacer discursos, sino una miniconferencia en la que exaltaba los valores de la juventud y el compromiso de lucha contra la droga que debían tener. Creo que estuvo bien porque la gente expresó lo que quería. Y así hay que aceptarlo".
Dos jueces a la greña
Baltasar Garzón, con rostro cansado, compareció ayer solo en la sala de Prensa del Congreso. Aguantó, estoicamente las preguntas de decenas de los periodistas, aunque al final se le notaba impaciente. Su brazo derecho, Araceli Manjón, le veía sudar la gota gorda."Nunca he pedido al Presidente -que me haga ministro de nada. Se me achaca una ambición que no demuestro al volver a mi juzgado" dijo.
El diputado dimisionario reconoció que había pedido a González que pusiera en sus manos la lucha contra la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado. Y agregó que el entonces ministro del Interior, Antoni Asunción, "estaba de acuerdo". El ex secretario de Estado del Plan Nacional sobre Drogas se marchó después apresuradamente a formalizar su renuncia.
Especial resquemor mostró Garzón hacia el también juez Juan Alberto Belloch, ahora superministro de Justicia e Interior. "Me exigió que me pronunciara inmediatamente sobre mi dimisión. Entendí que así no se podían hacer las cosas y le dije que tenía que administrar el tiempo de mi dimisión. Replicó que era su tiempo político y que no me iba a permitir utilizar la dimisión en mi beneficio. Sólo me quedaba marcharme ... "
Belloch señaló ayer que no se ha sentido "ni siquiera concernido" por las declaraciones de Garzón. "Tiene derecho a sentirse defraudado puesto que las cosas no han ido como él deseaba" explicó el ministro, que añadió que le parecía "completamente legítima" la actitud de dimitir. Belloch dijo que no le constaba que el juez hubiera pedido ser ministro, y que entre sus planes al ocupar la cartera de Interior nunca estuvo el que Garzón fuera Secretario de Estado, sino su permanencia en el Plan sobre Drogas.
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