Miles de alumnos del bachillerato a distancia no podrán seguir los estudios en sus centros
Alumnos y profesores, contra la reforma que iniciará Educación el próximo curso
22.000 adultos estudian en el Instituto de Bachillerato a Distancia (INBAD), en las comunidades autónomas en las que tiene competencias el Ministerio de Educación.Su media de edad es de 35 años. Entre ellos hay amas de casa, presos o jubilados que el próximo año no podrán seguir estudiando a distancia. Educación ha decidido modificar este organismo, eliminando horarios ycentros el próximo año. "Muchos alumnos ya están pensando en dejar los estudios" asegura uno de los profesores. Los docentes y alumnos piden que se retrase la implantación de esta reforma.
La mayoría de los alumnos del INBAD sólo se matriculan al año de un par de asignaturas. Entre ellos se encuentran amas de casa, jubilados, presos o disminuidos psíquicos que aún no han tirado la toalla. Tienen la ilusión de terminar el bachillerato y de poder ir a la universidad. Pero hace un par de semanas se han enterado de que van a reformar el bachillerato a distancia y no- saben qué hacer. -Educación ha decidido sustituir este organismo por el Centro de Innovación y Desarrollo de la Educación a Distancia (CIDEAD). El próximo curso quedan ya eliminados del INBAD los cursos lo y 20 de BUP, que pasan a impartirse en algunos institutos de bachillerato y otros centros colaboradores. 30 de BUP y el COU permanecerán un año más en las 23 extensiones del INBAD que desaparecerán definitivamente en dos años. También se reduce de 14 a tres el número de profesores por centro.
"El Instituto de Bachillerato a Distancia tiene una función social inmensa, y esta medida la han tomado sin tener en consideración a los alumnos". Manuel Ortega, profesor del INBAD en Madrid, es rotundo en sus afirmaciones. Pero Mariano Jabonero, subdirector general de Educación Permanente, mantiene que no hay que alarmarse. "La educación a distancia continuará en los institutos ordinarios, con clases específicas de tarde y noche", explica, "y los alumnos dispondrán así de más centros de estudio".
Los profesores y alumnos van a mandar una carta a los responsables de la Administración en la que piden que retrasen unos años la implantación de la reforma, hasta que el actual B.UP deje de existir. Los afectados pretenden que se cree una comisión tripartita (profesores, alumnos y Ministerio) que elabore un proyecto en el que no se perjudiquen los«intereses de este colectivo. El tipo de alumnos que acoge este organismo estudian gracias a una serie de facilidades que les concede el INBAD, como poder asistir a una misma clase por la mañana y por la tarde, o contar con profesores especializados para cada asignatura. El año pasado se presentaron en Madrid a la selectividad cerca de 500 alumnos del INBAD y la mayoría está ahora en la universidad.
Desilusionados
Los alumnos del INBAD están desconcertados. No saben en qué centro tienen que inscribirse para seguir cursando el bachillerato el próximo curso. "No disponemos casi de información" señala Salud Rodríguez, una de estas estudiantes. Salud es ama de casa, aunque también hace trabajos esporádicos. Empezó a estudiar el bachillerato hace cuatro años, a los 44, porque no pudo hacerlo en su momento."Me pusieron a trabajar a los 13 años y siempre he intentado seguir estudiando", cuenta. Este año está cursando 30 de BUP por las mañanas y teme que con la reforma que quieren hacer no pueda terminar el COU, "porque todas estas trabas desilusionan mucho".
Todos muestran una ilusión tremenda al hablar de sus estudios. "Mi hija está en primero de Derecho gracias al INBAD", explica Matilde, que estudia 30 de BUP con 49 años. Mª Elena Cruz, su hija, es minusválida. "Estudiar en el INBAD ha sido fundamental para su integración", dice Matilde, "y es una pena que la gente como ella, con 19 años, no pueda seguir estudiando con normalidad si cambian centros y horarios".
Hay muchos estudiantes en la situación. Juan es otro de ellos. Uno de sus profesores cuenta que es agricultor de profesión y que, cuando se jubiló, decidió hacer el bachillerato para ayudar a su nieto en las tareas del colegio.
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